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El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, declinó ayer responder a las declaraciones de Rafael Vera, imputado en el «caso Lasa-Zabala», quien dijo sentirse «desamparado» por la dirección del partido. Almunia también evitó solidarizarse públicamente con los ex altos cargos de Interior procesados en ese sumario, alegando que las convicciones morales son personales y no se debaten.

Almunia expresó su opinión sobre el juicio del secuestro y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, resaltando que no piensa hacer más comentarios sobre este asunto hasta que se produzca la sentencia. Indicó que, sin «la menor duda», coincide con el sentir de la gente al sentir «repugnancia» por los hechos y pidió «que se haga justicia, que se deje hacer justicia a los tribunales y que se haga justicia pronto».

En cuanto a la inocencia de los ex altos cargos imputados, señaló que, mientras no haya sentencia, hay que defender la presunción de inocencia, pero recalcó que ello no impide que cada uno se forme sus propias convicciones morales.

El diputado y ex ministro socialista Enrique Múgica declaró en relación con el juicio que «en el GAL hay que llegar hasta el final, caiga quien caiga». El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, expresó por su parte su convicción de que el ex presidente Felipe González «sabe perfectamente lo que ocurrió», pero considera que «tiene que echar un capote» a sus antiguos subordinados.