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El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Manuel Pimentel, consideró ayer que «se está manteniendo el espíritu inicial» de la Ley de Extranjería y expresó su deseo de alcanzar un «mayor consenso» con los diferentes grupos políticos en lo que resta de trámite de dicha Ley en el Senado y posteriormente en el Congreso.

Pimentel, que clausuró en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla unas Jornadas por la Solidaridad Intergeneracional, se refirió a la aprobación este viernes en la Comisión Constitucional del Senado de un centenar de modificaciones de esta Ley y se mostró partidario de que «entren en ese consenso cuantos más grupos políticos mejor».

Para el titular de Trabajo, que subrayó que «el espíritu de la Ley se está manteniendo», ya que «va a dar muchos derechos que hoy no tienen las personas que vengan a trabajar con nosotros» "dijo", «no es momento de críticas, sino de aprobar la mejor ley posible», para lo que abogó por que «se sumen otros grupos políticos en el consenso en el trámite que queda todavía».

Según Pimentel, las enmiendas aprobadas este viernes en la Comisión del Senado «tienden a mejorar algunos aspectos» que, a su juicio, harán que «sea una Ley que dé derechos donde antes no los había».

Por su parte, el secretario general del PP, Javier Arenas, denunció que se esté poniendo en cuestión el derecho de los grupos parlamentarios a presentar enmiendas en el Senado. Asimismo, Arenas aseguró que el nuevo texto es «infinitamente más progresista» que la Ley que aprobaron los socialistas en 1985.

Para IU la Ley «ha sufrido un giro fortísimo hacia la derecha y se la han cargado». En este sentido, Alcaraz afirmó que ni el Partido Popular ni Convergència i Unió tienen clara las ideas de los derechos humanos.