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La reforma de la Ley de Extranjería continúa siendo objeto de polémica. La última ha dejado en evidencia la división existente en el seno del Gobierno respecto a los cambios introducidos en la normativa. Una situación que ha provocado las quejas airadas de todos los partidos.

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, dijo ayer que considera necesaria una reflexión sobre la reforma prevista de la ley de extranjería y una revisión de algunos de sus puntos y, por ello, hizo una llamada al «sentido común» para ofrecer más tranquilidad y seguridad a la sociedad.

Mayor Oreja aclaró que no hay una posición personal suya en esta cuestión ni de su Departamento, sino que se trata de una posición de todo el Ejecutivo. Esa posición pasa por considerar necesaria una reflexión que tenga como argumento base que la inmigración va a ser el elemento más importante de la convivencia entre españoles en las próximas décadas, lo que le llevó a asegurar que vale la pena que los grupos parlamentarios sigan trabajando en esa modificación.

El ministro expresó su temor a que en este asunto no haya una conciencia real sobre la trascendencia que tiene la regulación de la inmigración en España, ya que todos los problemas de seguridad interna en la próxima década, «si las cosas van como deben ir», van a tener una dimensión marcadamente de carácter exterior, no interior. Añadió que cree que «no es la falta de convivencia entre españoles lo que originará una falta de convivencia cotidiana y, en ese terreno, lo que puede venir de seguridad interior en España tendrá un marcado carácter exterior y esa ley de inmigración es muy importante para que no haya efectos llamada o no nos singularicemos del conjunto de la Unión Europea».

Preguntado por las cuestiones concretas que el Gobierno desearía mejorar, el ministro dijo que el Ejecutivo está comunicando a los grupos los detalles de su posición y advirtió de que al Gabinete le sería más cómodo callarse para evitar un problema.