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Un tribunal de apelaciones estadounidense ha ratificado la extradición del presunto etarra Ramón Aldasoro. Esta será la primera entrega de un miembro de ETA por parte de las autoridades norteamericanas. La defensa de Aldasoro había apelado la decisión de extradición tomada en febrero pasado, por lo que la ratificación de hoy es «definitiva» y no hay más vías judiciales para evitarla, indicaron las fuentes.

La extradición de Ramón Aldasoro, que está siguiendo un complicado camino judicial en EE UU, fue refrendada en febrero por un tribunal de apelaciones de Atlanta, que anuló el fallo de un juez federal que rechazaba la extradición decidida inicialmente por otro magistrado de rango inferior. La decisión de febrero fue objeto de una apelación, que es la que acaba de ser rechazada. Aldasoro fue detenido en 1997 en Miami, donde trabajaba como vendedor de automóviles en un concesionario de la marca Toyota, después de haber residido en México.

El presunto etarra, de 43 años, fue miembro del comando «Araba» y sobre él pesan, al menos, tres acusaciones de asesinato.
Esta decisión «termina la vía judicial» de este caso, aunque los abogados de Aldasoro tienen aún pendiente una solicitud de asilo político, según el embajador español en Washington, Antonio Oyarzábal.

Oyarzábal consideró que «no hay ninguna duda» de que la solicitud de asilo «será rechazada», ya que se trata de «un ultimísimo cartucho» en el que los argumentos planteados son «los mismos» que el Supremo acaba de considerar como no aceptables. El recurso de la defensa ante el Supremo estaba basado en la supuesta falta de garantías judiciales en España y en que las confesiones de algunos etarras contra Aldasoro habrían sido logradas presuntamente bajo tortura.

La decisión del máximo tribunal de Estados Unidos supone que las autoridades judiciales de este país «han considerado que España es un país con un Estado de derecho, con absolutas garantías judiciales», añadió Oyarzábal.

Una vez que se decida la solicitud de asilo político y su probable rechazo, corresponderá al Departamento de Estado norteamericano determinar la forma en que Aldasoro será trasladado a España.