TW
0

CiU ha ganado por escaso margen las elecciones autonómicas con una diferencia de 4 escaños sobre los socialistas, según los resultados con el 99'23% de los sufragios escrutados. La coalición que lidera Pujol, en el poder desde 1980, logra 56 escaños en el Parlamento catalán, mientras que el PSC de Pasqual Maragall obtiene 52 escaños. Los socialistas, sin embargo, ganan en votos con el 37'86% contra el 37'70% de CiU. Esta diferencia se explica por la subrepresentación en escaños de las provincias más pobladas, como Barcelona. Estas elecciones estuvieron marcadas por el retroceso de los nacionalistas y el aumento del caudal electoral de los socialistas locales.

Jordi Pujol seguirá al frente de la Generalitat, pero necesitará el eventual apoyo de PP o ERC debido a su ajustada victoria. Para CiU este resultado es decepcionante, puesto que Pujol aspiraba a obtener al menos 60 diputados para continuar gobernando merced a una mayoría relativa bastante cómoda. El PP se mantiene como tercera fuerza política con 12 diputados. Si el PP apoya la investidura de Pujol, éste contaría con 68 votos, justos los que les hacen falta para obtener la mayoría absoluta. El partido de Aznar supera a ERC en un pequeño porcentaje aunque le iguala en el numero, 12, de diputados.

Por su parte, Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-Verdes), aliados de Maragall, obtuvo 5 parlamentarios, (dos de ellos en listas conjuntas con los socialistas). Incluso con este apoyo de IC-V, Maragall sólo contaría con 55 diputados en el nuevo Parlamento, contra 56 de los nacionalistas de Pujol.

La participación en estas elecciones fue del 59'51%, según los datos aportados en conferencia de prensa el conseller de Gobernación, Xavier Pomés, uno de los índices más bajos de participación registrados en la historia de los comicios autonómicos catalanes.