TW
0
LONDRES. AGENCIAS. La Justicia británica ha dado hoy luz verde a la extradición del ex dictador chileno Augusto Pinochet a España, admitiendo un delito de conspiración y 34 casos de tortura.

El abogado del general, Clive Nicholls, leyó una declaración de Pinochet en la que éste afirma que el proceso «tiene motivaciones políticas», que está siendo perseguido «por razones políticas» y que es «una violación de la soberanía de Chile». El general, de 83 años, no se encontraba en la sala debido a que el juez Bartle lo excusó por razones de salud. La decisión del magistrado cierra una fase fundamental en el proceso que comenzó el día 16 de octubre de 1998 con la detención en Londres de Pinochet por un auto del juez español Baltasar Garzón. Los abogados de Pinochet podrían presentar hoy mismo un recurso de «habeas corpus» ante el tribunal superior londinense.

El general Pinochet, cuya dictadura se extendió desde 1973 a 1990, se encuentra recluido, bajo vigilancia policial las 24 horas del día, en una mansión de lujo del condado de Surrey, al sur de Londres. Durante el proceso legal, la Cámara de los Lores -máximo órgano judicial del Reino Unido-, limitó los delitos de que podía ser acusado a cargos de tortura y conspiración para la tortura cometidos a partir de diciembre de 1988, cuando este país incorporó a su legislación la Convención Internacional contra la Tortura.

El fallo del juez Roland Bartle sobre la extradición de Augusto Pinochet se encuentra en esta dirección .

Por su parte, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos acogió con júbilo y abrazos mutuos entre sus miembros la resolución del juez británico Ronald Bartle de conceder la extradición a España de Augusto Pinochet. «Se nos empiezan a abrir los caminos hacia la justicia. Este minuto lo hemos esperado durante muchos años, con nosotros están los nuestros, a ellos se lo dedicamos», dijo Viviana Díaz, presidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, que ha colaborado en la investigación del juez español, Baltasar Garzón, que desembocó en la detención de Pinochet. «Nosotros siempre hemos tenido confianza en que nuestros argumentos iban a ser tomados en cuenta, es una decisión muy importante, no sólo para nosotros -que hemos sufrido tantos años la ausencia de nuestros seres queridos-, sino para la Humanidad entera», agregó con la voz entrecortada y lágrimas en su rostro.