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Los partidos vascos no han logrado consensuar una posición básica que posibilite la creación de un nuevo foro de paz, tal y como ha propuesto el lehendakari, Juan José Ibarretxe.

Durante su intervención ante el Parlamento vasco, el lehendakari pidió que se diferencien la pacificación y la normalización política, porque «paz es paz y no debe ser paz por presos ni por construcción nacional» y abogó por «ensanchar consensos» entre los partidos políticos vascos.

Insistió en que el nuevo foro deberá «ensanchar los consensos» sobre cuestiones como el «reconocimiento de Euskadi o Euskal Herria como una realidad o de las distintas sensibilidades en torno a la identidad nacional o al grado de soberanía y del autogobierno deseado».

Arnaldo Otegi, portavoz de EH, tercer grupo que sostiene al Gobierno Vasco, explicó que su formación propone «paz por democracia en todos los territorios vascos y no paz por independencia», reconoció estar «dispuesto a poner en marcha un nuevo foro, con todos y para todos, sin tutelaje de Madrid y de París.

Por lo que respecta a los grupos de la oposición, el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, afirmó que «quienes reclaman un diálogo sin límites y sin condiciones» para profundizar en el proceso de pacificación política «postulan un diálogo sin garantías democráticas».

El secretario general del PSE-EE, Nicolás Redondo, pidió al lehendakari que convoque Ajuria Enea con el objetivo de darla por concluida y que los firmantes de Lizarra disuelvan dicho acuerdo, para que, a partir de estos dos pasos, «clarifique el nuevo foro para que, por fin, nos reunamos todos y hablemos de todo».