El portavoz del Gobierno, Josep Piqué.

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Las reacciones al segundo comunicado que ETA no se han hecho esperar. Desde el Ejecutivo, su portavoz, Josep Piqué, aseguró ayer que la declaración de la banda terrorista recoge un claro reproche a las supuestas «coontradicciones» en las que han incurrido los partidos nacionalistas vascos en el proceso de paz, al tiempo que constata el fracaso de la estrategia política diseñada en torno al Pacto de Lizarra.

Asimismo, para Piqué, esta nueva declaración de los terroristas, la segunda en cuarenta y ocho horas, no supone un avance en el proceso de paz en el País Vasco, pero tampoco un retroceso, porque va dirigido a las diferentes fuerzas nacionalistas vascas, como garantes del proceso, para subrayar las contradicciones en las que incurren.

El comunicado destaca el duro mensaje que la banda terrorista envía a algunos sectores del nacionalismo vasco, y así lo entiende el portavoz del Ejecutivo, al considerar que no va dirigida al Gobierno de España ni a la sociedad española ni a sus instituciones democráticas sino, en un tono admonitorio, a los partidos vascos para subrayar las contradicciones en las que incurren.

Asimismo, Piqué subrayó que en este nuevo comunicado, que «sigue una línea coherente» con otras manifestaciones de ETA, se realiza una valoración «muy negativa» del papel que está desempeñando en todo este proceso pero, en líneas generales, no aporta «nada sustancial ni relevante respecto a lo que ya sabemos». «Constituye la expresión del fracaso de la estrategia política articulada en torno al Pacto de Lizarra y, por lo tanto, confirma lo que hemos tenido ocasión ya de comentar desde el Gobierno, y es que ETA y su mundo de HB, en estas circunstancias políticas, parece que tienen miedo a afrontar de verdad el proceso de paz, que desde el punto de vista político las cosas no van como ellos desean y que temen de verdad hablar del abandono definitivo de las armas».