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EFE - SANTIAGO El ex presidente del Gobierno español, Felipe González, se manifestó ayer «antipinochetista desde siempre», pero precisó que no le parece «razonable» la situación actual del antiguo gobernante chileno. En declaraciones a la Televisión Nacional de Chile, en relación con la detención en Londres Augusto Pinochet a instancias de la Justicia española, González comentó que «uno se tiene que poner una coraza cuando dice esto, porque las perdigonadas vienen de todas partes». El ex presidente del Gobierno subrayó, además, que no ha hecho ninguna gestión ni nadie se la ha pedido en relación con la situación de Pinochet.

«Quiero decir formalmente que no he hecho ninguna gestión, ni nadie me ha encargado que la haga», subrayó González, que se encuentra desde el pasado jueves en Santiago participando en un foro sobre los retos del nuevo milenio. A una pregunta acerca de si ha conseguido convencer a su Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de esta posición sobre el 'caso Pinochet', González dijo: «Estoy seguro de que hay más gente de la que se piensa que comparte mi posición, y no hablo sólo en el socialismo español, sino sobre todo en la derecha».

«Una cosa es que uno tenga una opinión y otra que la comparta y la diga», manifestó el dirigente socialista. «Yo hice la transición en España -agregó- y no me habría gustado que alguien hubiera interferido en ese proceso una vez que teníamos la posibilidad de definirlo nosotros». «Lo que no quiero para mí, no lo quiero para Chile; no quiero tener una vara para medir el comportamiento de los que están llevando a Chile a una transición democrática, que siempre es un proceso dinámico», explicó.