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Gobierno y oposición siguen enfrentados en cuanto a la posibilidad de una subida de las pensiones mínimas. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Manuel Pimentel, volvió a relegar el debate sobre la subida de las prestaciones más bajas a la ponencia parlamentaria que discutirá la renovación del Pacto de Toledo y que se creará a mediados del 2000. Pimentel insistió en que el debate sobre la subida de las pensiones no contributivas y las de menor cuantía no se abordará de forma inmediata en los Presupuestos del año próximo, tal y como entienden los sindicatos que debería hacerse, sino que se hará en el 2000 en el marco de las negociaciones para la renovación del Pacto de Toledo.

«Es más importante aplazar ese debate a que, ahora, cada partido político inicie una carrera» dijo el responsable de Trabajo.
En opinión de Pimentel «si ahora se suben las pensiones en los Presupuestos, a unos les va a parecer mucho y a otros poco y se iniciaría una guerra sin cuartel a ver quien da más, o un 'subasteo' electoralista». Pimentel concluyó que «todo lo que se acuerde en materia de pensiones al margen del Pacto de Toledo rompe el consenso».

Joaquín Almunia, por su parte, aseguró que «desde hace tiempo» exige al Gobierno que suba las pensiones mínimas, y que éste «ahora que se acercan las elecciones dice que las va a subir en el futuro». Por tanto, exclamó: «¡No, súbalas ya!». Sus críticas estuvieron centradas en la nueva Ley del IRPF que, a su juicio, «hace grandes regalos fiscales a algunos potentados», pero, mientras, pide a los españoles que «malviven» con una pensión no contributiva que se resignen y aguanten.