José María Aznar, acompañado por Javier Arenas y Rodrigo Rato, durante la directiva nacional del PP de ayer.

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El presidente del Gobierno, José María Aznar, arremetió ayer contra los que consideró pactos «chapuzas» o «apaños» del PSOE para arrebatar el poder al PP en aquellas comunidades o municipios donde los «populares» fueron los más votados pero no obtuvieron una mayoría suficiente.

En el discurso que pronunció durante la Junta Directiva del PP, el «número uno» del partido realizó un balance triunfalista del resultado subrayando que los «arreglos» en forma de acuerdo de esta formación la «inhabilitan» para aspirar a La Moncloa.

Asimismo, y con la vista puesta en los próximos congresos regionales y provinciales, animó a la renovación y a la práctica de políticas centristas y reformistas, destacando que ese modelo es «punto de referencia» en Europa.

A renglón seguido, el presidente del PP comenzó sus críticas contra los socialistas. Así, destacó que en algunos lugares, por «uno, dos, o más escaños», se han formado mayorías «alternativas» que aunque conformes a la ley electoral, tienen sus «límites». «Ya no son pactos de perdedores», insistió Aznar, sino que, a su juicio, están dentro de la categoría de «arreglos», «apaños» o «chapuzas».

En esta línea, acusó a los socialistas de tener una «obsesión por el poder absolutamente insaciable», sobrándoles «obsesión por el PP» y «voracidad de poder». «Les ha faltado sinceridad antes de las elecciones y claridad después», dijo Aznar.

Con estas premisas, Aznar pidió a los responsables socialistas que se expliquen ante los ciudadanos, ya que pueden no saber si su voluntad se ha respetado, y les advirtió, además, con la vista puesta en las generales, que pagarán un «precio» por ello. «La falta de transparencia democrática no habilita para aspirar a dirigir el Gobierno de la Nación, más bien inhabilita en condiciones de credibilidad o fiabilidad», aseveró.