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El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, reconoció ayer que la imagen de «connivencia» con el PP ha perjudicado a CiU en estas elecciones municipales, aunque señaló que CiU continuará «asegurando la estabilidad y gobernabilidad» del Estado. Pujol, sin embargo, dejó claro que se propone, de cara a las elecciones catalanas de otoño, distanciarse y «evitar que el PP vaya más allá de ciertos límites en Catalunya».

Pujol reiteró su objetivo de conseguir «más de 60 diputados» para ser «menos dependientes» del PP o de «quien sea». «Cuanto más fuertes seamos en el Parlament de Catalunya más podremos actuar con plena libertad y más fuerza tendremos para negociar con Madrid», afirmó. Se mostró convencido de que este objetivo está a su alcance y afirmó que no cuenta con ningún elemento para considerar que el nuevo candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, sea un rival de «más peso» político que los anteriores.

En la línea de desmarcarse del PP en Catalunya, apostó por pactar con el PSC e incluso con IC en los municipios en que ello sea posible, recordando que en la pasada legislatura han existido pactos para la gobernabilidad municipal con el PSC en Tarragona, Badalona, Cerdanyola, Sant Boi, entre otros, y con IC en Vilanova i la Geltrú. «Estamos dispuestos a seguir haciéndolo», afirmó.

Jordi Pujol, tras la reunión de ayer del comité ejecutivo de CDC para analizar los resultados de la coalición, compareció en rueda de prensa, acompañado por el secretario general, Pere Esteve, y el responsable de Organización, Felip Puig.