Almunia destacó que Josep Borrell ofreció durante la reunión de la ejecutiva una precisa y emotiva intervención sobre las razones de su dimisión.

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El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, aseguró ayer, tras la reunión de la ejecutiva del partido con motivo de la renuncia de José Borrell a su candidatura a la Presidencia del Gobierno, que no renuncia a la posibilidad de sustituirle y señaló, asimismo, que la Ejecutiva socialista descarta, «para este caso concreto, el procedimiento de primarias». En este sentido, precisó que hasta después de las elecciones del 13 de junio, la ejecutiva no dará a conocer una nueva propuesta de candidatura a la Presidencia del Gobierno, que deberá ser considerada y aprobada por el comité federal. La ejecutiva, reunida con carácter extraordinario, tomó una serie de decisiones, todas ellas «aprobadas por unanimidad», según dijo Almunia.

La más importante de ellas fue el procedimiento de sustitución del candidato que se hará, según el secretario general, de acuerdo con el reglamento de las primarias. Con esto, es la ejecutiva la que propone un nuevo candidato, que se someterá a la consideración y aprobación del comité federal, algo que no sucederá hasta después de las elecciones del 13 de junio.

Señaló que el procedimiento «es el relatado, sin inventarse ninguna fórmula nueva» y aseguró que aunque «para este caso concreto se descarta el procedimiento de primarias», esto no significa que «queden descartadas como procedimiento de selección». En este sentido, reiteró que, durante la reunión de la ejecutiva, «no se ha hablado de nombres propios» para la sustitución de Borrell, ya que este tema se pospone hasta después de los comicios del 13 de junio.

Almunia precisó que ésta era su propuesta y que había sido aceptada por la ejecutiva, «por sentido común». Asimismo, señaló que la ejecutiva «está trabajando y lo seguirá haciendo para que el próximo congreso sea el ordinario del año 2000» por lo que quiso dejar claro que no se convocará un congreso extraordinario.