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El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, anunció ayer en Palma que el comité federal se reunirá después de las elecciones del 13 de junio para elegir al sustituto de José Borrell. «No vamos a tomar ninguna decisión hasta después de las elecciones, y lo que debemos hacer ahora es no entrar en especulaciones y centrarnos en la campaña electoral», advirtió Almunia, quien se mostró «muy afectado» por la decisión adoptada por Borrell. Almunia tampoco quiso desvelar si él sería el sustituto de Borrell para enfrentarse a Aznar en las próximas elecciones generales. «No hay que perder el tiempo en especulaciones», insistió Almunia, quien señaló que el lunes se ha convocado la ejecutiva para que Borrell pueda dar explicaciones.

En opinión de Almunia, la dimisión del candidato a la Presidencia del Gobierno era «excesiva», y desveló que durante los últimos días había intentado que Borrell no anunciase su renuncia. «Ningún argumento político ha podido contrarrestar su decisión, pero he visto cómo Borrell pasaba unos momentos muy amargos en las últimas semanas», explicó el secretario general de los socialista en una rueda de prensa celebrada en la oficina electoral del PSOE balear.

Joaquín Almunia señaló que la posición de Borrell «sale reforzada en lo personal y como político ha dado una lección de ética». «Borrell ha puesto en evidencia otros comportamientos políticos», agregó Almunia, quien atacó la postura de Aznar «por girar la cara cuando sus colaboradores han sido condenados» y a todos aquellos que «le han atacado después de dimitir». El máximo dirigente socialista recordó que «Borrell no está acusado ni ha cometido ningún acto irregular, ni como político ni como contribuyente, cosa que no se puede decir lo mismo del portavoz del Gobierno, el señor Piqué». «Cuando cuatro millones de contribuyentes estamos preparando nuestra declaración no creo que el ejemplo de Piqué sea demasiado positivo», denunció.