El lehendakari vasco, Juan José Ibarretxe, respondió ayer en el Parlamento vasco a varias interpelaciones de la oposición referentes a ETA.

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El Gobierno pidió ayer a ETA que abandone su «liturgia» con cartas al pacto de Estella o poniendo condiciones para establecer contactos con el Ejecutivo y «demuestre a todos su auténtica voluntad de paz», «que es lo importante».

El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, hizo estas declaraciones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde rechazó las críticas de «inmovilismo» en el proceso de paz, formuladas por los nacionalistas vascos hacia el Gobierno. Iniciativas como la disposición a flexibilizar la política penitenciaria o la hecha pública hoy, para que 304 personas huidas por su presunta o pasada vinculación a ETA puedan regularizar su situación legal y regresar a España, «desmienten», según Piqué, estas acusaciones.

De hecho, Josep Piqué aseguró que «ya ha habido aproximaciones» de personas vinculadas con ETA afectadas por la medida para volver a España, «a través de embajadas y consulados». El portavoz del Gobierno, quien aseguró que no se ha recibido comunicación escrita de ETA exigiendo condiciones para unos supuestos contactos directos «que hasta el momento no ha habido», también indicó que «la voluntad de paz» del Ejecutivo «es la misma de siempre».

En concreto, Josep Piqué recordó que Aznar ya, entre otras medidas, ha planteado «flexibilizar la política penitenciaria» de acuerdo con los progresos hacia la paz, ha autorizado, en noviembre del 98, establecer contactos acreditativos de «una auténtica voluntad de paz» con ETA. Un mes después, en diciembre del pasado año, Aznar planteó un diálogo con HB «en una situación política normalizada» y, además, precisó Piqué, ya se ha sacado a la luz un proyecto de Ley para resarcir a las víctimas del terrorismo, que puede suponer un coste de 44.000 millones.