El lehendakari, Juan José Ibarretxe, advirtió ayer que si no
desaparece todo tipo de violencia, se dañará de forma
«irremediable» el intento de trabajo conjunto que los nacionalistas
están tratando de llevar a cabo. De esta forma y tras su entrevista
en Barcelona con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el
jefe del Ejecutivo vasco lanzaba un mensaje implícito no sólo al
entorno de ETA, sino a HB, cuya condena de la violencia fue puesta
como condición para llegar a un pacto de legislatura.
A este hecho se une la expectación creada en torno a la posible
declaración que podrían materializar el jueves los tres partidos
nacionalistas en el Parlamento vasco, en la que los peneuvistas que
EH se pronuncie contra la violencia.
Ibarretxe, que manifestó su satisfacción por que el primer
encuentro que mantiene con un presidente autonómico fuera con
Pujol, transmitió al 'president' la necesidad de «cambiar las
cosas» para conseguir su «firme propósito» de alcanzar la paz.
Pujol, que agradeció a Ibarretxe la deferencia que ha tenido con
el pueblo de Cataluña y la presidencia de la Generalitat al haber
realizado su primera visita institucional a esta comunidad
autónoma, se «congratuló» por el mantenimiento de la tregua de ETA
y expresó su confianza en que «en un futuro no muy lejano habrá
quedado definitivamente despejada todo tipo de violencia».
Pujol «celebró» además que la nueva situación creada se está
viviendo en el País Vasco con «una gran ilusión y de manera
esperanzada». «Por otra parte, el Gobierno de la Generalitat y su
'president' sabemos y comprendemos que este proceso de paz no será
fácil ni tampoco muchas veces se podrá esperar que se produzca con
toda la rapidez que todos desearíamos».
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