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El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguró ayer que el Gobierno de Aznar no quiere la paz, porque teme que desaparezca la violencia en Euskadi y que se produzca una «comunidad de acción» nacionalista que no puede controlar. Arzalluz denunció también la «violencia mediática» que, en su opinión, está padeciendo el PNV. Calificó estas críticas a los nacionalistas de «vergonzosas», destacó que no cree que el PP quiera la paz ni que esté dispuesto a perder votos para conseguirla. «No la quieren, temen al nacionalismo, temen que desaparezcan las armas, que haya una comunidad de acción que no puedan controlar, esto es lo que temen».

«Por tanto "continuó" no están en el fondo deseando políticamente el que de verdad lleguemos a una situación de abandono definitivo de la violencia, que es lo que nosotros exigimos a ETA».

Una vez más, las críticas al Ejecutivo se centraron en el ministro del Interior. Así, Arzalluz lamentó que el presidente del Gobierno desarrolle la política penitenciaria «que le indica Mayor Oreja». Tampoco dio credibilidad a la palabra del Ejecutivo cuando dice que ETA aún no ha designado un interlocutor. «No puedo creer que un jefe del Gobierno diga que ETA no se pone al teléfono».

De otra parte, alrededor de quinientos cargos electos municipales de HB defendieron ayer la importancia de la Asamblea de Municipios Vascos como punto de partida de la «imprescindible» necesidad de una «Institución Nacional Vasca».

Los violentos hacen explosionar un artefacto ante la casa de un concejal del PP
El concejal suplente del PP en el enclave burgalés de Treviño Santiago Ramírez, que el próximo viernes tomará posesión de su cargo, fue objeto de un ataque de los violentos la madrugada del sábado. Una bombona de camping gas, que unos desconocidos dejaron ante la puerta de su casa de Vitoria, explosionó pasadas las 00:30 horas, provocando daños materiales en la vivienda del edil y en la contigua, pero sin causar heridos, dado que Ramírez y su hijo, con el que convive, no estaban en su domicilio, según informaron fuentes policiales. La Ertzaintza desalojó varios pisos del inmueble del número 11 de la calle Camino de Mendiola para efectuar un registro. Una vez controlada la situación, los vecinos regresaron a sus casas.