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El presidente del Gobierno, José María Aznar, dijo ayer en Baquiera Beret que «me parece bien que Pujol agote su legislatura, pero eso no cambiará el hecho de que las elecciones generales sean en el año 2000».

Estas manifestaciones de Aznar coinciden con las que hizo también ayer el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos, quien señaló en Oviedo que la intención del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de convocar elecciones autonómicas en otoño no cambia los planes del Gobierno, ya que «estaba previsto que las elecciones en Cataluña fueran antes que las generales». El vicepresidente primero remarcó, además, que esta convocatoria de Pujol no tiene por qué «resquebrajar el acuerdo de la legislatura».

Aznar se refirió también al acercamiento de los presos de ETA y dijo que «estamos haciendo todo lo posible para que la paz sea posible en el País Vasco» y añadió que «nosotros, y yo personalmente, haremos todo lo que esté en nuestras manos para alcanzar la paz».

El presidente del Gobierno también hizo balance de 1998 y dijo que ha sido «un año de éxitos, con estabilidad política, crecimiento económico y creación de muchos puestos de trabajo».

En este sentido, Aznar afirmó que «estos éxitos» abren «unas expectativas inmejorables» para que España afronte la entrada en vigor de la moneda única europea.