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La situación de la encarcelada antigua Mesa Nacional de HB volvió hoy a ser considerada por las fuerzas política con el telón de fondo de la suspensión de la ejecución de la sentencia de los cinco condenados del 'caso Marey' que recurrieron en amparo ante el Tribunal Constitucional. El secretario de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, aunque no relacionó estos dos casos, indicó que si el Ministerio de Interior procede a la recalificación de los miembros encarcelados de la antigua Mesa Nacional de HB, el PSOE «podría considerarlo lógico». En la actualidad, los ex dirigentes batasunos, condenados por colaboración con banda armada, están clasificados en segundo grado penitenciario.

La respuesta a Jáuregui vino del portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, quien puso en duda que esta afirmación estuviera hecha en nombre del PSOE. «A mi me gustaría que el PSOE se pusiera de acuerdo y tuviera un gesto de distensión acabando el año, porque de lo contrario pensaríamos que sólo se preocupan de sus propios problemas», declaró Anasagasti.

No fue el único en comparar ambos casos. La senadora de Eusko Alkartasuna Inmaculada Boneta consideró la decisión del TC un «agravio comparativo» con la Mesa Nacional de HB. Por ello, pidió que los tribunales «muestren la misma diligencia y aún mayor para no cometer una grave injusticia y falta de equidad en la revisión de otros casos de presos comunes y del mundo de ETA, que se sentirán gravemente agraviados».

También crítico fue el portavoz de Interior de IU, Willy Meyer, quien señaló que la diferencia entre ambos casos la imponen el PP y el PSOE a través de sus pactos.

También CiU considera que el Gobierno debe reconsiderar la situación de la Mesa de HB tras la tregua de ETA. Desde el PP, el diputado Gabriel Cisneros rechazó «cualquier analogía entre las hipótesis de Barrrionuevo y Vera y los señores de la Mesa de HB».