Una sucursal del BBV del barrio bilbaíno de San Ignacio fue incendiada por los radicales con cócteles molotov.

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La polémica sobre la reducción de los escoltas del PP que el consejero de Interior en funciones del Gobierno vasco, José Manuel Martiarena, piensa acometer el próximo día 13 se ha visto acrecentada por la nueva campaña de carteles amenazantes contra el PP que aparecieron el domingo en San Sebastián.

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, indicó que el nacionalismo radical no demuestra que es demócrata con decir que quiere participar en las instituciones «si no es capaz de defender la libertad de todos y de no aplicar sistemas y fórmulas coactivas e intimidatorias a los concejales de signo político distinto del suyo».

En su opinión, la nueva campaña de amenazas contra el PP vasco «no es acreditar la voluntad de tregua» sino que «es decir que no hay autenticidad en la posición de un colectivo que dice que defiende la paz».

El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, constató ayer que HB se está «envalentonando» con los favores del PNV y pidió a Martiarena que no retire los escoltas. La réplica a Iturgaiz por parte de los batasunos la dio el diputado de HB en el Parlamento navarro Patxi Zabaleta, quien acusó al dirigente popular de mantener una postura «violenta» al denunciar los pasquines.

La respuesta de HB a Iturgaiz vino de Zabaleta. El diputado batasuno consideró que la postura de Iturgaiz es «frentista y contraria a cualquier puente de diálogo». Agregó que el mensaje del presidente del PP vasco es «violento y dirigido a los que quieren mantener la situación de violencia». Iturgaiz recibió el apoyo del Gobierno.