TW
0

El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, insistieron ayer en que el Ejecutivo sólo se plantearía posibles cambios en la política penitenciaria en función de la actitud que demuestre ETA en el proceso de pacificación del País Vasco.

Aznar habló de ese proceso a los periodistas que asistieron en el Congreso a la recepción por el vigésimo aniversario de la Constitución, a quienes comentó que es necesario «dar tiempo», pero avisó que «nadie dé por descontado nada» en cuanto a cambios de la política penitenciaria.

Las modificaciones de esa política se acompasarán con la marcha del proceso, según el jefe del Ejecutivo, quien reclamó «voluntades claras e inequívocas» del fin definitivo de la violencia y aseguró que «ningún tipo de presión o movimiento afectará la política penitenciaria; sólo lo harán los avances en el proceso de paz».

Se refirió también a la posible influencia de la composición del nuevo Ejecutivo de Euskadi en el proceso de pacificación y expresó su confianza en que «nadie tenga la tentación de impulsar desde el Gobierno vasco políticas de radicalización».

Por su parte, Jaime Mayor Oreja anunció que si ETA acredita que deja las armas colectivamente el Gobierno podría «profundizar más» en su política penitenciaria para reinsertar a todos los presos etarras.