El nuevo Hyundai Ioniq es un modelo que nos ha ofrecido muy buenas sensaciones en carretera. | Miquel Àngel Llabrés

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La marca surcoreana sigue a lo suyo, sacándose de la chistera nuevos vehículos cada vez de más calidad y con mayor tecnología. Esta vez es el turno del Ioniq, un nombre curioso para un producto que supone un gran paso adelante de Hyundai, al ser el primer vehículo híbrido de la marca, que estará disponible también en las versiones híbrida enchufable y totalmente eléctrica. No ha podido elegir mejor año para poner a la venta este nuevo modelo, ya que ahora se cumplen 25 años desde que la marca coreana llegara a España, período en el cual no ha dejado de crecer en todos los aspectos. Estéticamente, nos recuerda bastante al Prius, aunque cuenta con bastantes diferencias respecto a este último. La parte delantera dispone de un diseño bastante afilado, con los faros rectangulares que le quedan bastante bien. La parte posterior, por su parte, nos recuerda un poco a la del Honda Civic, con el cristal posterior partido en dos, hecho que dificulta bastante la visión trasera, sin llegar a ser un problema.

MOTOR

En cuanto a la motorización, no hay duda de que se trata de uno de los grandes alicientes de este modelo, al mostrar una eficiencia máxima, sin renunciar a unas prestaciones realmente buenas. El motor de combustión es el 1.6 GDi de calibración especial, que desarrolla 105 CV de potencia, muy eficiente ya de por sí. El motor eléctrico, por su parte, cuenta con una potencia de 43,5 CV con un elevado par y una alta eficiencia. Proporciona una impresionante aceleración al arrancar y puede añadir potencia adicional en carretera en aquellos momentos en los que es más necesario, como a la hora de realizar un adelantamiento.

La batería de alta capacidad,de 1,56 kWh también proporciona unas extraordinarias prestaciones de carga y descarga, con lo que se maximiza tanto la conducción en modo eléctrico como la recuperación de energía. Estos tres elementos juntos permiten que en una aceleración constante en carretera se puedan conseguir unas cifras, según la marca, de 3’4 litros a los 100 Km. Nosotros hemos conseguido los 4’3 litros, que es una cifra más que notable para un vehículo de estas características. Cuenta, además, con dos modos de conducción; mientras que con el modo ECO se maximiza la eficiencia del combustible, en el modo SPORT se activan parámetros operativos que modifican el cambio de marchas, la aceleración, la sensación al volante y la pantalla del cuadro para hacer de la conducción una experiencia más gratificante, que facilita mucho los adelantamientos en carretera y que las sensaciones de deportividad se activen bastante.

INTERIOR

El interior, como no podía ser de otra manera, es bastante futurista, en el que destaca un cuadro de instrumentos sin información analógica (todo digital), en el cual se distingue la velocidad parcial en la parte central, en cuyo epicentro se encuentra el ordenador de a bordo. En un lateral encontramos el modo de conducción que se lleva en cada momento y en el otro vemos otra información relativa al vehículo y la carga de la batería. De la consola central cabe destacar la pantalla central táctil de lo más intuitiva y práctica y el climatizador bizona. Del interior otro elemento que hay que valorar es el máximo espacio disponible en las plazas traseras, lo cual hace que tres adultos puedan viajar sin problemas, además de disponer de un espacio de carga posterior muy práctico y útil. En resumen, un vehículo muy interesante dentro de su segmento.