El director, cerrando las puertas de la clase de Fotografía. | Alejandro Sepúlveda

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La Escuela de Arte de Baleares, la segunda más antigua de España (data de 1778), ha dejado de ofertar el ciclo superior de Fotografía este curso 2024/2025. Actualmente solo dos alumnos acuden a clase. Ambos cursan segundo. Aunque eran tres los matriculados en septiembre, uno de ellos ha abandonado los estudios. Así lo explican Joan Lluís Miró, director de la Escuela de Arte y Miquel Oliver, director de la Escuela de Diseño.

Hasta el curso pasado ambos directores formaban parte de un mismo centro, que El Govern ha dividido administrativamente con la intención de crear en el futuro un gran campus público de enseñanzas artísticas superiores junto al Conservatorio. Allí estudiarán los alumnos de Música, Danza, Arte Dramático y Diseño. En cambio los estudiantes y profesores de la Escuela de Arte, que es la que imparte los ciclos superiores de Joyería, Cómic, Ilustración y hasta ahora Fotografía, no entrarán en el campus.

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Eso es así porque los ciclos superiores de enseñanzas artísticas, de dos años de duración, no tienen la misma consideración de los grados superiores. Las enseñanzas artísticas no son estudios universitarios pero tampoco lo que se conoce como Formación Profesional. Tienen un régimen propio, y eso comienza a pasar factura.

«Este es el primer año que no hemos ofertado plazas de Fotografía en primer curso. Llevábamos muchos años con uno, dos o tres alumnos por curso y si estos renunciaban, las aulas quedaban vacías», explica Miquel Oliver. El centro tiene dos profesores y medio que imparten Fotografía y Taller de Fotografía a solo dos alumnos y si alguno de ellos suspende este año no podrá asistir a clase en el curso 2025/26. «Solo se repetirán los exámenes, pero no habrá actividad docente, es lo que sucede cuando se quita un ciclo», explica el director. «Los centros no podemos ni quitamos alumnos», añade.

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La Conselleria d’Educació es la responsable de ampliar o reducir la oferta formativa de los centros de enseñanza de Baleares. Los datos históricos dan una idea clara de cómo se ha gestado la extinción de la enseñanza fotográfica en las Islas. El ciclo ha perdido 20 estudiantes en los últimos cinco años.

«Hoy en día con los móviles y la IA todo ha cambiado. Parece que no hace falta saber fotografía porque con los nuevos programas de cualquier churro haces una foto. La fotografía es una profesión que en sí misma está en horas bajas», opina Oliver.

Aunque es cierto que esa puede ser una de las causas de la caída de la demanda, existen muchos otros factores. ¿Cuántos de ustedes sabían antes de leer este artículo de la existencia del ciclo? La Conselleria d’Educació promete ahora mejorar la difusión de la oferta de enseñanzas artísticas para evitar su extinción. Aún no descarta rescatar Fotografía, quizá convirtiéndola en un taller o impartiendo los cursos de certificación profesional con los que los fotógrafos expertos sin titulación pueden homologar sus conocimientos.

«Es verdad que hay una tendencia a la baja, pero desde la Conselleria no se apuesta por eliminar estos estudios sino reconvertirlos en cursos monográficos, para hacerlos más atractivos a los alumnos, o en un certificado de profesionalidad», dice Educació.

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El director de la Escuela de Arte, Joan Lluis Miró, espera que esta fórmula sirva para reactivar la demanda. «Además de los ciclos superiores aquí hay talleres que se hacían y que queremos mantener. Las enseñanzas artísticas están en la raíz de esta escuela desde su origen en el año 1778. Cuando los alumnos de Diseño se marchen, nosotros quedaremos en el edificio y tendremos más flexibilidad de horarios», explica.

Esa es una variable que también juega en su contra ahora. Los alumnos de Diseño van a clase por las mañanas, en cambio los de los ciclos superiores artísticos tienen horario de tarde, de 15 horas a 22 horas. Es mucho menos atractivo. Este curso 104 alumnos estudian en la Escuela de Arte y 480 en la de diseño. No obstante Ilustración y Comic, llenan las aulas. En el ciclo de Ilustración, hay más demanda que oferta.

El centro tiene un tercer handicap: la competencia directa de los centros de FP y de las escuelas privadas. El régimen especial que regula la Escuela de Arte y la Escuela de Diseño ralentiza la implantación de nuevas titulaciones e incluso los cambios de currículo para modernizar sus temarios. «La FP se está expandiendo y ganando competencias y tiene ciclos de audiovisuales en los que se dan nociones de fotografía comercial, muchos alumnos prefieren formarse en sus centros», relata Miquel Oliver.

¿Cómo se plantean los directores el futuro del centro? «Me gustaría recuperar los estudios de Fotografía pero tiene que haber demanda y oferta», reivindica Joan Lluís, responsable de la Escuela de Arte. Oliver no lo tiene tan claro. «¿Es mejor ofertar un plan de estudios nuevo o recuperar uno que ya no tiene interés?», reflexiona.

La intención del director de la Escuela de Arte es «promover no solo los ciclos de formación superior actuales sino también recuperar la enseñanza de artesanía». «Antes se hacían talleres monográficos de ebanistería, cerámica, grabado, serigrafía… queremos recuperarlos e incorporar otros nuevos. Hemos pedido al Consell que la Escuela de Oficios venga aquí para potenciar la artesanía. Antiguamente se impartían cerámica y maquetismo y ambos desaparecieron por falta de alumnos, ahora vuelve a haber demanda de ceramistas porque apenas quedan especialistas en el mercado. Hay que recuperar el equilibrio y volver a llenar la escuela», sentencia su director Joan Lluís.