Un momento de la protesta contra la emergencia habitacional y la masificación turística. | Pere Bota

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No habrá tregua. Los organizadores de la gran manifestación que el sábado congregó a miles de personas en Palma avisan: seguirán saliendo a la calle hasta que el Govern actúe y adopte medidas contra la emergencia habitacional. Menos de 24 horas después de la gran concentración promovida por un grupo desconocido, el Banc de Temps de Sencelles, sus promotores aún estaban impactados por el éxito de la convocatoria y señalan que no es más que el indicador de un gran malestar ciudadano que se canalizó el sábado.

«Esto no ha hecho más que empezar», aseguró Javier Barbero, uno de los organizadores de la movilización, sin haber podido digerir aún todo lo que pasó. El joven confía en que la manifestación haya servido para que el Govern tome «medidas inmediatas» que frenen el colapso inmobiliario y una de las medidas que menciona con carácter de urgencia es que Baleares se declarada zona tensionada en vivienda y se aplique la ley estatal.

«Si se niega la realidad y aún así siguen sin tomar medidas, saldremos a la calle hasta que actúen», señala. Barbero cree que ya hay una serie de actuaciones que se pueden adoptar con efectos inmediatos, como la limitación de la subida de los precios del alquiler, algo que la presidenta del Govern, Marga Prohens, ya ha dicho que no hará. De hecho, la presidenta insistía en que no limitará el alquiler en la entrevista concedida esta fin de semana a Ultima Hora.

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El joven explica que la convocatoria se hizo para denunciar la crisis de la vivienda que soportan los ciudadanos, pero admitió que entre los manifestantes había diversas sensibilidades, muchas de ellas relacionadas con el hartazgo ante la saturación turística. «Nosotros queríamos denunciar la situación de la vivienda, pero también creemos que hay que replantear el modelo turístico desde el respeto», indica. «No decimos ‘no’ al turismo», precisa.

La protesta organizada desde el Banc de Temps de Sencelles fue un éxito a pesar de que algunas asociaciones habían pedido que desistieran para tratar de organizar algo más preparado y con más presencia de entidades. «Nos sentimos satisfechos aunque en algunos momentos se nos cuestionó, tanto por el momento elegido como por los medios empleados, pero al final se adhirieron muchas entidades», precisa.

«Fue una convocatoria muy humilde, pero la respuesta fue asombrosa y se escapa a cualquier expectativa», añade Barbero. «Esta movilización refleja el sentir de la asfixia de los ciudadanos». Insiste en que esto no ha hecho más que empezar porque es urgente actuar contra la «dramática» situación de emergencia habitacional.

Las claves
  1. Choques sin importancia con algunos turistas   

    El organizador de la manifestación lamentó que, en ciertas partes del recorrido, algunos de los asistentes realizaran gestos ofensivos contra la turistas, «No había voluntad de increpar a los turistas y eso no debió pasar», dice.

  2. Esperaban una asistencia de unas 2.000 personas   

    En la convocatoria de la manifestación que enviaron a la Delegación del Gobierno, el Banc de Temps de Sencelles calculó una asistencia de 2.000 personas a la concentración, pero las previsiones se desbordaron por completo.

  3. ABINI: no se puede llegar a los 20 millones de turistas

    La Asociación Balear de Inmobiliarias Nacionales e Internacionales (ABINI) asegura que Baleares no puede soportar la llegada de 20 millones de turistas y considera «inaceptable» que se necesiten 18 años de sueldo para comprar un piso.