El pasado 5 de mayo, unas 7.000 personas se concentraron en la Diada per la Llengua. | P. Pellicer

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Los mallorquines tenemos fama de manifestarnos en contadas ocasiones. Y eso si lo hacemos. Pero en el último mes de mayo parece que las cosas están cambiando. Casi tanto como la sociedad. El domingo 5 de mayo una multitud salió a la calle en defensa de lengua catalana y este sábado, solo veinte días después, otra manifestación multitudinaria recorrió la calles de Palma. La policía sostiene que la segunda superó a la primera, pero sea como fuere, ambas han sido históricas. Y evidencian que algo está cambiando.

En la Diada, miles de personas se concentraron en la Plaza Mayor de Palma para pedir al Govern de Marga Prohens que defienda el catalán en la islas y que no se deje intimidar por las propuestas de Vox, que buscan que la lengua catalana desaparezca o se diluya de las instituciones y de la vida pública de las Islas. La Obra Cultural Balear (OCB) habló de 40.000 asistentes, pero esa cifra fue rebajada por la Policía Local de Palma a 7.000. Que no deja de ser, en cualquier caso, un número muy importante. Los asistentes corearon consignas a favor del catalán en medio de un ambiente festivo en el que, sin embargo, no faltó la reivindicación a favor de la lengua catalana. Hubo xeremiers, batucadas y gigantes , mientras los concentrados esperaban la llegada de la flama per la llengua. Luego, levantaron una cartulina con el mapa de Mallorca sobre los colores de la senyera.

La de ayer en Palma fue una manifestación más reivindicativa: los residentes están muy cansados de que los precios de los alquileres y las casas sean disparatados y que la masificación turística asfixie su día a día. Y 10.000 personas clamaron por un cambio, tan necesario como urgente.