Antoni Llabrés y Paul Emili Muñoz este jueves en Can Alcover.

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La Diada per la Llengua que la Obra Cultural Balear (OCB) organiza para el próximo domingo 5 de mayo «será un buen termómetro del grado de movilización de la sociedad civil», según el presidente de la entidad, Antoni Llabrés. Pese a que no tienen una estimación de asistencia, esperan que miles de personas acudan al acto, que pondrá fin al Correllengua, que cumple 30 años y en esta edición recorrerá  por primera vez todas las Islas. Se trata de la convocatoria más importante de esta legislatura, marcada por la «virulencia» y una «actitud obsesiva en contra del catalán», ha criticado Llabrés, en referencia a las política del Govern del PP y su acuerdo con Vox.

El presidente de Joves de Mallorca per la Llengua, Pau Emili Muñoz, ha detallado este jueves en una rueda de prensa que están implicados en la celebración del Correllengua alrededor de 48 municipios de Mallorca, otros cinco de Menorca, tres de Eivissa y Formentera, de los que se espera, como mínimo, «la participación de 100 personas» por cada uno de ellos. De hecho, se prevé fletar autocares para transportar manifestantes de toda Mallorca a la Plaça Major de Palma, donde concluirá la marcha de ‘flama de la llengua’, que se recorrerá las Islas entre el 1 y el 5 de mayo y pasará por hasta 61 municipios de Balears, según explicaron los organizadores Joves de Mallorca per la Llengua, que en 2022 recuperaron esta iniciativa tras nueve años de parón.

La Diada comenzará a las 17 horas con un baile popular. Seguidamente, el Correllengua se desplegará entre la calle Aragó y hasta la Plaça Major, donde se realizará el acto central de la jornada a las 18 horas. La concentración finalizará a las 19 horas cuando se celebrará otra ‘ballada’.

Motivos para protestar

Entre las razones que defienden ambas asociaciones para organizar la Diada, Llabrés señaló que, en estos «momentos difíciles y complicados para la lengua catalana», las fuerzas políticas deben «volver al consenso estatuario en materia lingüística», a la vez que se exigen «políticas valientes y decididas» para su promoción y el freno «a las medidas de carácter involutivo que desgastan la lengua».

Llabrés recordó que el Govern del PP, con el apoyo externo de Vox, ha eliminado el requisito de catalán en la sanidad pública y    ha aprobado «el plan de segregación lingüística, que amenaza el modelo que ha funcionado razonablemente bien en Balears en los últimos 20 años», según el presidente.