Ciutadans per Palestina, durante el acto en la UIB. | Pilar Pellicer

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¿Cómo combatir la propaganda sionista? Esta es la pregunta que centró este viernes la charla informativa organizada por el movimiento Ciutadans per Palestina en la Facultat d’Educació, de la Universitat de les Illes Balears (UIB), y que tuvo una amplia acogida para escuchar las propuestas y un tema clave: los mitos de Israel sobre la causa palestina.

Varios representantes del movimiento, que nació en Palma a raíz del ataque a Gaza por parte de las fuerzas israelíes y que no ha dejado de salir a la calle para reivindicar la paz y un alto el fuego, explicaron las raíces históricas, pasaron por el siglo pasado de esta guerra tan longeva y acabaron con el momento actual del conflicto en busca de una solución para ambas partes.

Con este acto, quisieron combatir la «crítica a la manipulación histórica» con evidencias audiovisuales que compartieron con los asistentes durante toda la charla informativa. Son las llamadas fake news que pusieron sobre la mesa para que todos las conocieran e identificaran. «El objetivo es defender la narrativa de Palestina que ha sido arrollada todo este tiempo, y esa narrativa es que hay una guerra entre Hamás e Israel, pero no es así y queremos ir más allá de estas relaciones y desmitificar esta parte histórica», detalló uno de los participantes de Ciutadans per Palestina. El movimiento quiso que esta charla tuviera como protagonistas a todos, sin señalar a ningún portavoz. Ha sido un trabajo de «meses» antes de que este viernes lo presentaran.

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Mitos

Entre los mitos, destacaron cinco muy importantes. El primero, y el más grande, es el que dice de que Palestina era una tierra vacía, sin pueblo, y que los judíos estaban llamados a retornar a la Tierra Santa. Así, en la charla demostraron que este relato bíblico no es cierto, como tampoco los descendientes (sefardíes), que emigraron a Palestina en el siglo XIX: «No hay estudios genéticos -aunque se ha intentado- que demuestren que lo son», destacaron.

El segundo mito es relacionar antisionismo con antisemitismo. Con ello, quieren diferenciar que «no es lo mismo: se puede ser judío y antisionista. Pero el antisemitismo, la discriminación y odio a los judíos, todos lo rechazamos». El tercer mito que destacaron es el origen del sionismo, que empezó en el siglo XIX como una «interpelación del judaísmo». En este contexto, explicaron el proyecto colonial que iba detrás de las ideas sionistas, «apoyadas posteriormente por Gran Bretaña y Estados Unidos».

En el cuarto mito desmitificaron lo que se dice de que Palestina abandonó «voluntariamente» la tierra en 1948. Finalmente, el punto quinto, ahondaron en Hamás como «un movimiento de resistencia, y no como terrorismo». Fue el punto más significante, pues quisieron explicar, con datos, la historia de un movimiento que comenzó siendo la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que quería liberar a su pueblo.