Turistas llegados en autocar en Formentor. | Juanjo Roig

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El hecho de que las fiestas de Semana Santa hayan caído este año a finales de del mes marzo ha supuesto un descenso de entre el 15 % y el 30 % para el transporte discrecional en Baleares, quien ha constatado estos días los efectos que ha tenido el anticipo de las vacaciones en su facturación.

Así lo aseguran desde la Federación Empresarial Balear del Transporte (FEBT), adherida a la patronal empresarial CAEB. En ese sentido, su presidente, Rafel Roig, habla de «un bajón» con respecto a la actividad y la facturación registradas en 2023 (que cayó entre el 2 y el 9 de abril). «Es verdad que hay menos actividad que el año pasado aun con el incremento de las excursiones del Imserso, pero esperamos que experimente un repunte a partir del 15 de abril», asevera el presidenta de la patronal del transporte.

Asimismo, señala que se trata de una evolución «esperada» en el comportamiento de la demanda por simples disposiciones del calendario y que, en cualquier caso, no son cifras que constituyan «un daño crítico» para el sector ni mucho menos.

Un diagnóstico que coincide con el del sector del rent a car. Desde la Agrupación empresarial de alquiler de vehículos con y sin conductor de Baleares (AEVAB), su presidente, Ramon Reus, explica que se han encontrado con una Semana Santa «muy parecida a la de 2018», cuando las fiestas cayeron en fechas similares.

Por otro lado, Reus vaticina una temporada alta con unos resultados por lo menos tan positivos como los registrados el pasado año. En términos similares se expresa Roig, quien asegura que las previsiones apuntan a una temporada con una actividad parecida a la anterior y un volumen de facturación igual o mayor, dado que buena parte de la oferta turística está incrementando sus precios.