TW
13

Al doctor Juan Carlos Bello Petit un paciente agresivo le clavó unas tijeras durante la consulta el mes de febrero del año pasado. El caso sigue pendiente de juicio pero la víctima ha querido explicar lo sucedido con motivo, este martes 12 de marzo, del Día Europeo de las Agresiones a Sanitarios. Ya no trabaja en la Mutua Asepeyo, dice que pese a las advertencias, se siente «indefenso» e «inseguro».

«El pasado mes de septiembre agredieron a un compañero mío y decidí irme», explica ahora, desde una consulta de Atención Primaria y sin saber si terminará por irse de España, pues «yo no vengo a trabajar de una país agresivo como Venezuela para que me maten aquí».

Su caso se inició con un paciente que había tenido un accidente laboral. «Trabajaba de repartidor y tuvo dos fracturas y una luxación de hombro». Desde un principio, explica, se trataba de «un paciente agresivo, demandante». Primero le atendieron en la Policlínica Miramar y tras el alta domiciliaria, acudía a la mutua a hacer las curas y el seguimiento, que es donde se encontraron.

«Creo que fue en la segunda visita. Para bajar su agresividad, que era como si tuviera abstinencia de algo, le pedí una radiografía de control», relata. «Fui a hablar con el enfermero y cuando vuelvo veo que me graba con el móvil. Le dije que no tenía mi autorización pero cuando quise apagárselo me saltó por el cuello y me apuñaló con la tijera. Lo bueno era que aunque era la más grande, tenía punta de seguridad», añade. «Grité y llamé a mis compañeros que entraron y tratamos de reducirlo mientras intentaba clavar las tijeras».

De aquel día le quedaron dermoabrasiones. Se quejó a la gerencia y pidió más seguridad porque «antes de un paciente está mi vida». Asegura ahora que esperó nueve meses pero nunca llegaron refuerzos. «Estamos desprotegidos a merced de cualquier delincuente», lamenta. El doctor Bello Petit faltó al trabajo al día siguiente por un fuerte dolor de cabeza pero después siguió en la consulta. Desde entonces «cuando veo a algún paciente demandante y agresivo me levanto y me voy», asegura.

En aquel momento contacto con el Col·legi Oficial de Metges quien pidió una orden de alejamiento para el agresor y se inició el camino judicial. Ahora mismo, con todo por resolver, critica que «la indefensión en España es impresionante», a lo que se suma que «mi misma empresa me dijo que lo tenía que atender».

Este radiólogo con un máster en traumatología y urgencias, trabaja en un centro de salud y sigue pendiente de que se celebre el juicio cuyo última fecha era en enero pero ha cambiado en varias ocasiones.