Damià Gomis (derecha) es el director del Laboratori Interdisciplinari sobre Canvi Climàtic de la UIB (Lincc) y Joan Rita es miembro del mismo. En la imagen, ambos posan en el Laboratori de Botànica de la UIB. | M. À. Cañellas -

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Damià Gomis y Joan Rita, profesores de Física de la Terra y Botànica en la UIB, respectivamente, ofrecen este jueves la conferencia Canvi climàtic: present i futur. Impactes sobre els ecosistemes terrestres i marins, que se celebra a las 19.00 horas en la sede de la Reial Acadèmia de Medicina de les Illes Balears (Can Campaner, 4), organizada por la propia academia y el Col·legi Oficial de Biòlegs de les Illes Balears.

Ambos se muestran de acuerdo en que «el cambio climático incide y refuerza todas las amenazas anteriores: el incremento de la temperatura, el estrés hídrico de las plantas, la irrupción de nuevos patógenos, el aumento del nivel del mar... La tendencia actual da miedo. Ya llevamos un incremento de más de un grado en la temperatura media. Y entre el siglo XX y lo que llevamos del XXI, el nivel del mar ya ha subido más de 20 centímetros en Baleares, con un ritmo actual de 3 milímetros anuales. Si en 2100 hemos incrementado la temperatura media en más de 2 grados, habremos llegado a puntos de no retorno».

Respecto a las precipitaciones, Gomis señala que «existe la percepción de que llueve menos. De hecho, llevamos unos meses de poca pluviometría, pero parece que la disminución general de las precipitaciones será pequeña en Baleares, poco significativa. Otra cosa será su régimen y su distribución temporal».

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Rita apunta que «la vegetación de las Islas ya está notando el cambio climático, sufriendo estrés hídrico. Con más calor, las plantas gastan más energía. Ya observamos árboles secos y defoliados, y la causa más probable es el cambio climático. En estas circunstancias, su estado sanitario se resiente y eso ya se detecta en algunas zonas».

Gomis indica que «otra variante de la temperatura es el adelanto del verano en plena primavera. Y en el estío, las olas de calor son más frecuentes. Que el verano y el calor se adelanten al mes de mayo no es natural y supone que las condiciones estivales se prolongan». En este sentido, Rita destaca que «la primavera es la estación en la que las plantas se desarrollan, florecen y esparcen sus semillas. Sin embargo, en la estación en la que tienen que ejercer todas esas funciones, tienen más calor y no disponen de toda el agua que necesitan. Hay plantas endémicas que ya estaban amenazadas. El cambio climático puede ser su puntilla».

Gomis y Rita añaden que «en la costa, los cambios pueden ser los ya anunciados: el retroceso o la desaparición de playas y albuferas, lo que se verá agravado en el litoral que ha sido urbanizado hasta muy cerca del mar».

El apunte

Efectos del posible colapso de la Corriente del Golfo

Ante el posible colapso de la Corriente del Golfo, también provocado por el cambio climático, las temperaturas en Escandinavia podrían bajar, entre 2040 y 2070, hasta 30 grados en invierno y 10 en verano. Gomis comenta que «en Baleares, los valores podrían bajar entre 3 y 4 grados en invierno, y entre 1 y 2 en verano, pero la Tierra seguirá calentándose en su conjunto, con especial intensidad en algunas zonas, lo que provocará graves impactos, como por ejemplo la extinción de numerosas especies".