Margalida Moyà, director del col·legi Arcàngel Sant Rafel | ARCHIVO

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El mundo educativo, en especial el de la Escola Concertada, y sobre todo el Col·legi Arcàngel Sant Rafel de Palma, que dirigía desde 1995, llora la muerte de sor Margalida Moyà Pons (Binissalem, 1942). Su vida estuvo ligada a la de les Germanes de la Caritat de Sant Vicenç de Paül pero sobre todo a sus centros educativos.

Se licenció en Física y Química por la Universidad de Barcelona para poder desarrollar en ellos la enseñanza, una pasión que la ha acompañado hasta los últimos días, aunque en el mundo de las ciencias, su debilidad fueran las matemáticas. Tras licenciarse entró en contacto por primera vez con el centro Arcàngel Sant Rafel aunque, al poco tiempo se trasladara a Caravaca de la Cruz, en la región de Murcia.

Tras cinco años en la enseñanza y otros 16 dedicados a a la gestión, volvió al centro escolar que le marcó la vida. En Sant Rafel implantó la LOGSE el año 2000. Reformuló la estructura del colegio y, al dejar atrás el EGB, pasó de tener dos líneas educativas a una sola. De unos 750 alumnos a 375. En esos años también pasaría a formar parte de la junta directiva de Escola Catòlica, entidad de la que actualmente era vocal aunque tiempo atrás llegó a vicepresidirla.

Defensora de la enseñanza también en inglés, introdujo con éxito el trilingüismo antes de que nadie hablara del TIL. Y lo hizo siempre con respeto a su lengua, la lengua propia, «hay que defender el catalán sino lo hacemos nosotros en la escuela, no lo hará nadie», dijo una vez. Incombustible, a los 80 años afrontó la enésima reforma educativa: la LOMLOE.