Día internacional de las personas mayores. | T.P.

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Las personas mayores atendidas por Creu Roja Balears en 2023 ascendieron a 11.779, un ligero aumento si lo comparamos con datos de 2022 (11.665), de las cuales un 13,9 % habrían verbalizado vivir una situación de soledad.

En números, ese porcentaje representa a 1.637 personas detectadas por el proyecto ‘Red social para personas mayores: Enrédate’, que persigue romper con la situación de aislamiento y soledad a través del refuerzo y fortalecimiento de la red social de las mujeres y hombres mayores de 65 años. Esta cifra es inferior a la de 2022, donde un 16,3 % de las personas mayores atendidas ese año padecían la soledad.

«La soledad es una problemática que afecta a las personas a medida que van cumpliendo años. No es un fenómeno específico en este colectivo, pero desde Creu Roja hemos observado que cuanta más edad, más probabilidades hay de que estén en esta situación», apunta Deyana Mihailova, responsable del área de personas mayores de la entidad local. Cuando habla de esta pandemia, habla de un sentimiento, no de una situación. Lo explica así: «La soledad no es vivir solo o sola, sino que es un sentimiento.

Es aislamiento y se puede sentir estando acompañado por familias o pareja».
Sin duda, el hecho de que la persona mayor no tenga un vínculo familiar podría ser un factor determinante para sentir la soledad. Así lo han detectado desde el área de personas mayores, aunque también influye, en palabras de Deyana Mihailova, «el propio carácter de la persona frente a los problemas». Las actividades y las relaciones personales son medicinas contra la soledad.

Perfil
Según la responsable del área, la mayoría de los usuarios llega en un estado de soledad. Esto no quiere decir que todos sufran la soledad, sino que bien han perdido a su compañero o compañera de vida y viven independientes de sus hijos en casa. De este colectivo, el 73,5 % son mujeres y un 26,5 %, hombres. «El hecho de que tengamos más usuarias que usuarios responde a que ellas son más reacias a participar en comunidad y más activas, y suelen tener más herramientas para salir adelante. Ellos, mayoritariamente, al estar solos necesitan más apoyo en general y la ayuda de sus familiares», explica Deyana Mihailova.

Se sabe que la soledad no deseada –el sentimiento de sentirse solo– no solo afecta a nivel psíquico, también físico. «El objetivo de nuestro servicio es que no lleguen a ese estado y por eso ofrecemos un acompañamiento a domicilio. El fin es que ellos mismos vuelvan a la calle y a participar en la comunidad».