EL edificio del Club Puerto Rico, e Pere Garau, ocupado ilegalmente desde la pandemia. | M. À. Cañellas - M.A. CAÑELLAS

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El lanzamiento de desalojo previsto para este martes en el controvertido edificio del Club Puerto Rico, ubicado en Pere Garau, finalmente se suspendió. Los okupas que continúan en la finca tienen claro que, de momento, no se moverán, según ha podido averiguar este periódico.

El Club es uno de los prostíbulos emplazados en la calle Joan Bauzà. Cerró sus puertas en la pandemia, momento en que un grupo de peruanos aprovechó para ocupar ilegalmente los bajos y la primera planta. Los últimos inquilinos en entrar, en septiembre de 2023, fueron Helena y Ali. Su historia se publicó en Ultima Hora el pasado viernes. La mujer había sido víctima de abusos sexuales por parte de los inquilinos, conocidos allí como «los dueños okupas».

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La plataforma Stop Desnonaments Mallorca ha seguido de cerca el caso de Helena. El equipo técnico de la Unidad Móvil de Emergencia e Inclusión Social (UME) de la Creu Roja emitió un informe sobre la situación de vulnerabilidad de esta mujer. Así, también le recomendaron acudir a un centro de mujeres víctimas de género, pero todavía Helena no tiene respuesta.

La ocupante del edificio del Club Puerto Rico asegura que todavía hay grupos de okupas acudiendo a los pisos del edificio, aunque no de forma frecuente. Helena, sin embargo, relata tener «miedo» y no suele salir de la casa. Mientras no haya otro lanzamiento previsto, tiene claro que no se irá hasta que no encuentre un piso digno.

Por otra parte, ayer se paralizaron otros dos desalojos más. Uno de ellos, el caso de un vecino de Son Gotleu, okupa de un piso de un fondo buitre y que cuenta con una discapacidad de un 38 %. El tercer suspenso fue el de Nassira, madre de tres hijos que, supuestamente, fue estafada en el alquiler de la vivienda que okupa desde 2022.