Ultima Hora se sube a la embarcación del Puerto de Palma para ver de primera mano cómo los pescadores pesan y preparan el pescado y marisco para su posterior venta en la subasta de la Lonja. | Youtube Ultima Hora

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El barco de arrastre ‘Es Llevant’ lleva echándose a la mar desde hace unos 23 años. Su embarcación está formada por su patrón, Antonio Bonet; un mecánico, Antonio Martínez; un cocinero, Konani Aissa, y un marino, Mohamed Ouassim Mazari. Los cuatro se levantan de madrugada entre las 03.00 y las 04.00 horas para encender motores a las 04.30 y salir a la mar a las 04.50 horas desde el puerto de Palma, siempre que al patrón le hayan dado permiso de Madrid para zarpar.

Dependiendo de qué tan lejos vayan, en función del caladero, les esperan dos o tres horas de navegación. En esta ocasión, han pescado a 26,6 millas del puerto -42,81 kilómetros- donde han ‘calado’, como vulgarmente se conoce a echar las redes para pescar. Se suele empezar a 500 metros de profundidad y se llegan a los 700 metros. Sobre la 13.30 y las 14.00 horas se dejan las redes echadas para que los peces y el marisco piquen. Durante ese tiempo se hacen guardias, mientras unos descansan y otros hacen de comer. Cuando se suben las redes, se hace el proceso de selección, se limpia, se clasifica y se arregla el pescado; seguidamente, se regresa al puerto.

Una vez en el puerto, los pescadores de Baleares pesan el producto y notifican a Madrid tantas capturas se hayan hecho para, posteriormente, llevar el pescado a la Lonja de Palma. Todo esto siempre y cuando no pase nada, ya que a veces se rompen las redes y hay que arreglarlas, hay averías de motores y «cosas que pasan», dice el mecánico.

Antonio, el patrón, comenta que «ha sido un día malo» y que se ha recogido «poca cosa». El reporte que se ha pasado a la capital indica que se han pescado 19 kilos de gamba; 16,3 kilos de carabinero; 3 kilos de cigala, 24 kilos de gamba pequeña; 5 kilos de gamba blanca, 19 kilos de rape, 27 kilos de cangrejo; 7 kilos de gallos y merluza, y otros 7 kilos de pescado variado. En «un día bueno», las capturas serían el doble, por lo que en vez de 127,3 kilos las cifras ascenderían a 254,6 kilos.

Asimismo, las ganancias de un día de faena no son fijas, el mismo pescado con una venta buena puede valer 3.000 euros, mientras que con una mala la cantidad desciende hasta los 1.500 euros. El trabajo es el mismo, pero el precio depende de la subasta en la Lonja, que va en función de la demanda y la oferta. Si hay mucho pescado vale poco, si hay poco vale mucho. Todo el proceso de conseguir el pescado supone una media de 12 horas diarias, entre salir a la mar, pescar, seleccionar y limpiar las capturas, volver al puerto, pesar, helar y meter en cajas.