Olcina, Seguí y Conrado de Vilallonga. | Jaume Morey

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Organizada por el Grup Balear del Club de Roma, el catedrático de Análisis Geográfico y Regional en la Universitat d’Alacant, Jorge Olcina, ofreció este jueves en Palma la conferencia Cambio climático y gestión del agua: adaptación y cambio de paradigma. La conferencia fue presentada por Josep Francesc Conrado de Vilallonga, coordinador del Grup Balear del Club de Roma, e introducida por Joana Maria Seguí, catedrática de Geografía Humana en la UIB.

Olcina explicó que «nuestro clima ha dejado de tener un funcionamiento exclusivamente natural. El ser humano ha alterado el balance energético planetario con un incremento de CO2 que no es natural. Por tanto, el cambio climático no es una creencia, es una evidencia».

En el Mediterráneo, el cambio climático se evidencia, según el catedrático, «en una pérdida del confort térmico, un número multiplicado de noches tropicales en las últimas décadas, un régimen de precipitación irregular y torrencial, y un mayor número de días secos, que no son incompatibles con lluvias torrenciales. Las sequías serán más cortas, pero también más intensas y frecuentes».

Para Olcina, las medidas para adaptarse al cambio climático en la gestión del agua pasan por «planificar una menor dependencia de la lluvia, precisamente por su irregularidad, sobre todo en el Mediterráneo. Hay que aplicar los principios de economía circular, volviendo a recoger agua de lluvia en las casas y aplicar recursos no convencionales, como la reutilización de la depuración y la desalación, que será muy necesaria en algunos territorios».

Olcina dio los datos de que «en España consumimos 4.000 hectómetros cúbicos anuales de agua del grifo. De este volumen, depuramos unos 3.700-3.800, pero sólo reutilizamos unos 400. Es decir, tenemos más de 3.000 hectómetros anuales de agua depurada disponibles y que no aprovechamos».