Cuando todo eran sonrisas. Cinco representantes de Vox llegando al Parlament a un pleno anterior. El primero por la izquierda es Xisco Cardona, que ya no es diputado de Vox. A la derecha, Sergio Rodríguez. | Teresa Ayuga

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Vox mantiene, de momento, su proposición de ley para crear lo que llama Oficina para garantizar la libertad lingüística, pese a las advertencias de que tiene errores, algunos de concepto, otros legales, y de que la portavoz del grupo parlamentario, Idoia Ribas, indicara hace una semana, en la reunión de la Junta de Portavoces, que podría ser retirada. Este lunes, el portavoz adjunto del grupo, Sergio Rodríguez, indicó que la mantenían, aunque se mostró dispuesto a aceptar sugerencias del PP e, incluso, rechazar parte del escrito «si es para mejorar». Preguntado por las noticias que apuntaban ayer en un sentido contrario, y que otras fuentes del partido daban por ciertas, aseguró que «ningún medio había llamado antes».

Rodríguez dejó la secretaría general de Vox en Balears y representa al sector del partido que reclama una mayor autonomía de la dirección estatal. Vox empezó la legislatura con ocho escaños y ahora tiene siete, después de que un diputado se diera de baja tras votar en contra del techo de gasto del Govern.

La oficina de garantías lingüísticas, y que la oposición llama «de inquisición lingüística» sí aparece consignada en el proyecto de Presupuestos y dotada con 750.000 euros, aunque no ha sido creada. El PP presentará una nueva redacción si Vox no acepta cambios.

Mérito o requisito

Lo que sí apoyará el PP es una proposición no de ley –eso es una petición al Govern sin rango legal– para que se elimine del acceso a la función pública «cualquier penalización por desconocimiento del catalán». La lectura que hace Vox es que eso equivale a tomar medidas similares a las que tomó el Govern para aumentar las plazas sanitarias: que el catalán pasara de requisito a mérito. En el PP no se ve así.

El pleno debatirá sobre otra oficina, concretamente la Oficina Anticorrupció. La Cámara tomará en consideración para aprobarla con posterioridad (si es posible, antes de los Presupuestos, si no, después) una nueva ley de transparencia que elimina controles externos e incorpora el cierre del ente contra la corrupción que ahora dirige Tòfol Milán y que depende del Parlament.

El apunte

De comparecer en grupo a ruedas de prensa de una sola persona

Sergio Rodríguez compareció solo en su habitual ronda de los lunes para informar de los asuntos del pleno. Hace una semana fue Idoia Ribas. Hasta la crisis por el techo de gasto era habitual que la totalidad del grupo posara detrás del diputado o diputada que informaba de las propuestas y comentaba la actualidad.