Momento del examen de la licencia de taxi, en el Palau de Congressos. | Pilar Pellicer

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El Palau de Congressos abrió sus puertas ayer por la tarde para acoger a las 325 personas que aspiran a ser taxistas en Palma. Sin embargo, y como suele pasar, un 10 % no acudió a la convocatoria. Con los nervios a flor de piel, los aspirantes esperaban en la entrada del edificio a que fueran las cuatro y media de la tarde.

«Es la segunda vez que me presento. Es un examen demasiado difícil, desde mi punto de vista, y hay que saber mucho de calle», confesaba el aspirante Javi González, pocos minutos antes de entrar al edificio. No parará hasta conseguir la licencia: «Me gustaría ser taxista porque es un empleo fijo y con futuro. Y ojalá que pueda servir también para mis hijos», compartió. El examen teórico duró una hora y media, y hubo otra prueba para quien no tuviera certificado el catalán. Todos los aspirantes consultados por este periódico habían suspendido al menos una vez este examen. Como Becky, para quien la de ayer fue su sexta convocatoria: «Es complicado, pero depende mucho de si estudias o no. Yo quiero ser taxista porque mi padre lo es y quiero trabajar con él».

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Como el resto de aspirantes, la joven, de 24 años, resaltó que una de las problemáticas del sector del taxi es que «faltan muchos trabajadores». Conseguir un aprobado no es tarea sencilla. La última convocatoria dejó un 80 % de suspensos, y esto responde a que, a día de hoy, el servicio mantenga una importante carencia de chóferes en Palma. «La prueba es difícil y por eso hay que prepararse bien; no te regalan nada», opinaba Pedro, otro aspirante a la licencia de taxi que anteriormente había suspendido. «Quiero ser taxista por tener algo más», argumentó.

Temario cerrado

Minutos antes de rellenar las primeras casillas del examen, el regidor de Mobilitat, Toni Deudero, se paseaba por la sala para comprobar la participación de la convocatoria y desear mucha suerte a los aspirantes. Como era de esperar, un 10 % de los inscritos no se presentó a las pruebas, que este año son muy distintas a las de otros años.

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El Ajuntament de Palma anunció un acuerdo alcanzado con el sector del taxi para desarrollar unos exámenes con un temario cerrado. Esto quiere decir que, ahora, han podido conocer las diferentes materias que iban a salir, como el callejero, la legislación o las normativas. Deudero defendió que con esta modificación «podremos conseguir más aprobados y por lo tanto ampliar la red del taxi». Una de las propuestas es que el vehículo pueda ofrecer su servicio durante 24 horas en Ciutat, y sobre todo reforzar el servicio nocturno.

Actualmente, hay 1.225 taxis en el municipio y 300 licencias no tienen conductor. Deudero indicó que su principal objetivo es que no haya más «déficit» de taxis en Palma, como ha sucedido en anteriores convocatorias. Tras la primera parte del examen, tendrán que enfrentarse al volante. Desde Cort, son conscientes de que buscar una nueva fórmula ha sido la única manera para mejorar el servicio en el futuro.