La consellera de Presidencia y Administraciones Públicas, Antònia Maria Estarellas. | Europa Press - Isaac Bujosa

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La consellera de Presidencia y Administraciones Públicas, Antònia Maria Estarellas, se ha definido como una «gran defensora» de que todos los empleados públicos conozcan la lengua propia de Baleares y que «se desarrolle con normalidad, sea cual sea la lengua vehicular de la Administración», y ha afeado al PSIB que «demagogia, las justas». «Piden y exigen cosas que ustedes se saltaron de forma recurrente», ha censurado la responsable del ramo durante el pleno del Parlament, recordando que cuando los socialistas gobernaban en las Islas eximieron a 1.500 sanitarios de este requisito, entre otros ejemplos.

De su lado, la diputada del PSIB Mercedes Garrido ha criticado el «lamentable espectáculo» dado por el Govern «con el mercadeo del catalán» en la educación y ha previsto que es «cuestión de tiempo» la supresión de esta lengua en la función pública.

«Vemos con preocupación cómo cada vez que el PP llega al Govern suprime el requisito del catalán», ha lamentado la diputada.

La consellera de Presidencia ha negado también una «crisis» de Govern en los 100 primeros días y ha reprochado a la oposición que «donde ven falta de diálogo», ellos ven «acciones». Así ha respondido la responsable del ramo a la pregunta formulada por la diputada socialista Patricia Gómez, quien ha cuestionado el papel de la Conselleria dentro de la «crisis de Govern».

«¿Qué crisis?, ¿la que quieren algunos?», ha recriminado Estarellas a Gómez, insistiendo en que «la realidad es que unos intentan dialogar y otros parece que no quieren» y «unos intentan explicar y otros no quieren conocer las explicaciones. Son realidades muy diferentes las que vivimos», ha reprochado a los socialistas.

Igualmente, ha recordado las medidas en bajada de impuestos, educación gratuita 0-3 o las medidas urgentes en vivienda, y ha expresado su «orgullo» por los consellers que actualmente componen el Govern, «muy especialmente del conseller Vera». De su lado, la diputada socialista ha criticado que el actual Ejecutivo balear «no usa el diálogo ni la participación» y va «en contra del transporte público, la vivienda pública, la transparencia, la ley de memoria democrática o de la comunidad educativa, que venden a cambio del techo de gasto».