Román Piña Homs. | Jaume Morey

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El catedrático de Historia del Derecho de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Román Piña Homs, analizará el siglo XX en Mallorca el miércoles en la sede del Colegio de Abogados de Balears. «Con mis 87 años, me permito repasar un siglo trepidante, agitado, marcado por dos guerras mundiales y la guerra fría», explica el profesor, que impartirá la conferencia, invitado por la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Nuestra Señora de Montesión.

«Una generación suele contemplar unos 25 años, y la primera que trataré es la de mis padres, la de los años 20, que recuerdo en blanco y negro, con el charlestón y el humor amargo de Chaplin. Fueron años de la Gran Depresión y la guerra en África, donde mi padre se salvó por los pelos tras una explosión en una ambulancia», rememora.

«Era un tiempo en que la lucha de clases estaba a flor de piel, unos iban con sombrero y otros con gorra. Se veía muy clara la diferencia, y el ambiente estaba marcado por el escepticismo ante el futuro», señala, y añade que todo terminó con la generación del no-pensar, en los noventa, representada por los nietos, desde la perspectiva del catedrático. «Claro que los hubo que pensaban, pero, en general, esto marcó ese momento», precisa, y describe esa cuarta generación como «claramente abocada a la era tecnológica».

«Yo pertenezco a la segunda generación, la de los años 40, austera y reprimida, con cartillas de racionamiento y una fuerte cultura del esfuerzo y del saber obedecer», afirma, mientras que la tercera son «nuestros hijos», dice, «los que aprendieron a mandar a los padres, metidos en la sociedad del bienestar, mucho más permisiva», añade.

El profesor Piña contará anécdotas y recuerdos sobre la Isla, como el mal olor que le evoca la Palma de su niñez o el avance del turismo en los años sesenta, preludio de una Mallorca «que se vende».