Julio Ceballos posa para este periódico. | Jaume Morey

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Julio Ceballos (Reinosa, 1979) es abogado-economista especialista en internacionalización, estrategia de mercado y negociación comercial. Compagina su actividad profesional como consultor independiente con la de conferenciante, e imparte cursos sobre la actualidad geopolítica de China y talleres de cómo hacer negocios con el gigante asiático. Estos días visita Palma para presentar su libro «Observar el arroz crecer. Cómo habitar un mundo liderado por china» (Ed. Ariel) y participar en un foro empresarial organizado por AgenciaCom y la Asociación China de las Islas Baleares (ACHINIB)

Ha publicado el libro «Observar el arroz crecer. Cómo habitar un mundo liderado por china» (Ed. Ariel). ¿Qué van a encontrar aquellos que todavía no lo hayan leído?
Pretendo ayudar a la opinión pública a salvar el desconocimiento sobre China, un país remoto que nos resulta ajeno cuando en realidad su actualidad está presente en nuestro día a día. He escrito el libro que me hubiera gustado leer cuando me fui hace 18 años a China. Es una brújula, un catálogo de herramientas para desentrañar la realidad de China estructurado en 88 capsulas en las que repaso temáticas muy diversas, desde política a economía, comercio, cultura, gastronomía o meteorología, para ayudar a entender la actualidad de China y su importancia en el futuro.

Participa en un foro empresarial con la ponencia «Meterse en la mente de un chino: comprender la nueva superpotencia para hacer negocio en el siglo XXI». ¿Cómo es la mente de un chino?
Es una mente amueblada de una manera diferente a la nuestra, con otros valores, otra lógica y otras prioridades. Asia, en general y China, en particular, solo pueden entenderse desde dentro y para entender a un chino es imprescindible ponernos en sus zapatos .

¿Que es lo primero que recomendaría a un empresario o empresaria balear que quiere hacer negocios en China?
Lo primero que debe hacer es un ejercicio de humildad y autoanálisis honesto para definir qué tiene de atractivo para vender que los chinos no tengan ya, cual es su ventaja competitiva que pueda hacerle interesante para ellos. Si es una marca ya internacionalizada e implantada, se trata de explorar las oportunidades y nichos en un mercado muy grande en el que hay cabida para todos. El segundo paso es buscar un buen consultor, un «sherpa» que ya conozca el camino y que hable chino. También es recomendable tener paciencia, de ahí el título de mi libro. Los ciclos de desarrollo y germinación de los proyectos en China son largos, precisan de un mínimo de cinco o seis años para obtener un retorno rentable.

En China tienen de todo. ¿Qué podemos venderles desde Baleares?
Aunque suene a perogrullada, Baleares es un destino turístico de primerísima categoría global. Más allá de la excelencia hotelera y de ser la cuna de grandes cadenas mundiales, tiene un patrimonio gastronómico, cultural, histórico y artístico impresionante. Además, los chinos son muy marquistas, y saben que influencers y celebrities mundiales veranean aquí , por eso buscan las mismas experiencias vip y sofisticadas. Balreares tiene también marcas muy potentes de productos alimenticios, moda, artesania y calzado, y todas ellas tienen oportunidades en China

A diferencia de la URSS, China está demostrando que es posible tener una economía planificada eficiente, eso sí, gracias a los algoritmos, a la tecnología y al Big Data, algo de lo que carecían los soviéticos.
China está intentando demostrarse y demostrar al mundo que su gobierno es el mejor a traves de la eficacia. También cometen errores y caen en obstáculos que han sido incapaces de ver, pero basan su enorme fortaleza en tres pilares: paciencia para cumplir objetivos a medio y largo plazo; meritocracia para que gobiernen los más capacitados y tecnología para tomar las mejores decisiones.

¿El Estado chino está aplicando el modelo de éxito de una multinacional como Amazon?
Efectivamente. Lo que asusta es que emplea las mismas reglas y dinámicas, y pocas cosas hay más competitivas, eficaces y exitosas que una multinacional. Por eso, a la hora de criticar desde Occidente a China se le acusa de lo mismo que a este tipo de empresas: jerárquica, poco democrática, uso invasivo de la tecnología y ultracompetitiva.

¿Es exportable el ecosistema productivo chino a otro país?
No. China es un país que muta su piel cada pocos años y la próxima China no será India, como algunos dicen, sino la China 4.0.

¿Estamos cerca de ver a China desbancando a Estados Unidos como primera potencia económica mundial?
No lo veremos a corto plazo. Lo que sí veremos es un tira y afloja entre ambos, que mantendrán viva la rivalidad. La China que va a coliderar el mundo con Estados Unidos se está gestando todavía y tendrá un aspecto muy diferente al actual.