Imagen de conductores de Uber a las pocas semanas de su llegada a Mallorca. | P. Pellicer

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La Agrupación Empresarial de Taxis de la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) ha entregado al Govern un informe que recoge supuestas prácticas ilegales cometidas en los últimos meses por los conductores de Uber en Mallorca. El informe, que obra en poder de la Direcció General de Mobilitat de la Conselleria d’Habitatge desde finales del pasado mes, ha sido elaborado por un despacho de investigadores privados contratados por la asociación de taxistas, integrada en la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) y presidida por Antoni Bauzá.

«Vimos una serie de irregularidades y decidimos ponerlo en conocimiento de la Administración», señala Bauzá para añadir que ahora queda en manos de la directora general de Mobilitat, Maria Lorena del Valle, y de su equipo decidir si los hechos denunciados son constitutivos o no de sanción administrativa. «Cualquier empresa de transportes debe cumplir con unas normativas; no puede ser que unos tengamos que cumplir con unas obligaciones y otros no», se queja el presidente de la agrupación de taxistas, quien evita precisar qué tipos de irregularidades se están denunciando, aunque confirma que «son varias cosas». Por otra parte, voces del gremio se han venido quejando de que los conductores de Uber no se ajustaban al tiempo mínimo de contratación, que debe ser de 30 minutos, según dicta la normativa vigente.

Precedentes

La otra patronal del sector del taxi en Mallorca, la Asociación de Autónomos del Taxi de Mallorca y de la Federación Independiente del Taxi de Balears, presidida por Gabriel Moragues, ya reclamó «actuaciones inmediatas» al Govern a principios del pasado verano por un incumplimiento por parte de los conductores de Uber del tiempo de contratación previa obligatorio. Concretamente, denunciaba a los profesionales que habían comenzado a ofertar sus servicios en Palma, Calvià, Andratx y Llucmajor.

Asimismo, Moragues solicitó una inspección también de Trabajo, ya que tenían sospechas de que la empresa podría estar operando con falsos autónomos o con trabajadores contratados para una actividad diferente de la que finalmente llevan a cabo. Precisamente, la cuestión de la contratación de falsos autónomos forma parte de los hechos denunciados en la querella interpuesta recientemente contra la multinacional por el sector del taxi en Barcelona.

La irrupción de Uber en Balears no ha parado de generar polémicas con el sector del taxi desde el minuto uno. Las primeras quejas públicas de uno contra otro llegaron en este caso por parte de la multinacional, cuyos conductores denunciaron una campaña de acoso a las pocas semanas de su llegada a la Isla.