La subida del precio de los carburantes podría ser uno de los efectos de la guerra. | Emilio Naranjo

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La guerra que ha estallado entre Israel y Palestina también tendrá consecuencias en la economía mundial y también se dejará sentir en la balear. Ultima Hora se ha puesto en contacto con varios economistas y expertos, que han dado su opinión al respecto. El profesor de la UIB, Pep Ignasi Aguiló, responde que este nuevo conflicto bélico «posiblemente tenga un doble efecto. Por un lado, muchos europeos pueden preferir aquellos destinos turísticos que consideren más seguros, como es nuestro caso. Por otro, esta guerra parece un paso más en el proceso de desglobalización que se inició hace un tiempo y que se constató, con claridad, con el inicio de la guerra de Ucrania».

Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, cree que «va a tener efectos bastante importantes en la desestabilización de esa parte del mundo y puede que tenga algún efecto en el precio del petróleo, pero siempre que la situación escale y se involucre alguno de los países productores de petróleo. Mientras que se pueda circunscribir a la zona, los efectos serán limitados, pero si empieza a haber más escalada y EEUU se mete en medio o Israel decide atacar algún objetivo iraní por su colaboración con Hamás entonces sí que podríamos ver una mayor afectación a la economía mundial: restricciones en la producción de petróleo, que podría incrementar su precio y un nuevo repunte de la inflación».

Aguiló tiene una opinión muy parecida sobre este asunto. «Todo dependerá de la reacción de los países productores. Es cierto que esta guerra recuerda a la del Yom Kippur, de hace exactamente 50 años, que fue el pistoletazo de salida para un embargo de petróleo que inició una escalada de precios sin precedente. Sin embargo, me inclino a pensar que eso no pasará, pues ahora los productores de petróleo son muy dependientes de los ingresos que les genera su exportación. Es decir, pueden intentar movimientos al alza, pero tal como hasta ahora y no como ocurrió en 1973. De hecho, todo parece indicar que el embargo que Occidente le impuso a Rusia en esta materia no ha resultado efectivo al continuar las exportaciones por vías alternativas».

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El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares, Joan Mayans, precisa que este lunes el precio del petróleo se ha «encarecido un 5% como consecuencia de la guerra, precisamente ahora que llevábamos dos semanas de bajada». Sin embargo, sostiene que «no quedará más remedio que esperar a ver si eso tiene consecuencia en el precio de los carburantes o no».

El director de Mercados de SDC Analistas, Luis García Langa, también señala que esta subida del precio del petróleo se ha producido por «el impacto de la noticia y el mercado a corto plazo reacciona, pero habrá que esperar a ver su impacto real». A su modo de ver, no parece que vaya a producirse una reducción de la producción de petróleo de los países árabes, aunque advierte que el riesgo de el apoyo de Irán sea más visible si podría motivar que se le tengan que volver a imponer las sanciones que se le retiraron para aminorar el impacto de las aplicadas a Rusia por la guerra en Ucrania.

Los expertos coinciden en que un encarecimiento del petróleo podría provocar un repunte de la inflación, aunque Langa matiza que será «limitado» porque se mira más la inflación subyacente, que no cuenta al petróleo. En su opinión, los bancos centrales «tendrán que tener mucho cuidado con eso y sólo debería ser por unas subidas del petróleo muy bestias».

Aguiló destaca que el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) es claro: «reducir la inflación. Sin embargo, para alcanzarlo también tienen que colaborar los gobiernos de los estados miembros de la Unión reduciendo sus déficits. Tengo la impresión, que tras la etapa de la COVID hay una firme decisión por porte del BCE de actuar de forma ortodoxa, aunque no observo la misma determinación por parte de los gobiernos. Por tanto, me inclino a pensar que el BCE mantendrá su intención de subir los tipos hasta doblegar la voluntad de los dirigentes gubernamentales nacionales».

Las claves
  1. La empresas turísticas caen en Bolsa

    El director de Mercados de SDC Analistas, Luis García Langa, destaca que las compañías turísticas están bajando en Bolsa, lo que tiene una incidencia directa en el economía balear, que depende directamente del turismo, aunque no sería mala. «Si este conflicto se extendiera, hay países que dejarían de ser destino turístico, por lo que afectaría a los viajes». Ante esta situación, las Islas podrían verse beneficiada de ello al convertirse en destino receptor.

    Esta teoría es compartida por el profesor de la UIB, Pep Ignsai Aguiló. «Muchos europeos pueden preferir aquellos destinos turísticos que consideren más seguros, como Baleares».