Imagen del contingente mallorquín desplazado hasta el Atlas. | Angie Ramón

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Finalmente, lo consiguieron. El camino de los mallorquines de la ONG Inca-Mallorca Solidària por carretera hasta el Alto Atlas comenzó con buen pie, pero un problema en la logística les paralizó durante unas horas en un campamento de la provincia de Tadourant. «Hemos hecho muchas misiones y sabes que estas cosas pueden pasar», apuntaba la presidenta de la entidad, Antonia Trigueros, el pasado sábado, mientras esperaba las indicaciones de l asociación local The Orphans Project para arrancar los motores de sus cuatro vehículos cargados de solidaridad.

Y es que, en mitad de la adversidad, Inca-Mallorca Solidària ha cumplido su misión y ha podido entregar unas cuatro toneladas de ayuda a las víctimas de los poblados inhóspitos del Alto Atlas. Son lugares, explica a este diario, «con un acceso muy difícil». Por eso, las entregas se realizan no con sus vehículos, sino con coches todoterreno preparados para pasar por rutas empedradas y complicadas.

La ONG mallorquina acudió en un convoy junto con otras entidades nacionales como La Exploradora, procedente de Bilbao y Madrid. Se juntaron el pasado miércoles en la capital malagueña para emprender, todos juntos, esta ruta. En total, han sumado nueve toneladas de material, entre enseres, ropa de abrigo y accesorios, que han ido entregando durante estos días.

Antonia Triguero se muestra sorprendida por lo que ha visto. Reconoce que «está siendo duro ver y vivir ‘in situ’ las casas destrozadas y conocer las historias de esas familias afectadas». De momento, no tienen fecha de regreso a Mallorca. Hay mucho trabajo por hacer.