Matías Padial, en una imagen de su álbum personal.

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Por lo menos hasta poco antes de las próximas Navidades, Matías Padial será noticia, sobre todo los lunes, en que la primera cadena de TVE emite El Conquistador, posiblemente el reallity de supervivencia más duro del mundo, puesto que es uno de los participantes. Como tal, y porque se ha comprometido por contrato con la productora, no puede contar hasta dónde llega. O si llega a la final. Y si llega, si gana o queda segundo. «Lo único que puedo decir es que mi recorrido es largo, que me vais a ver mucho rato».

Matías nació en s’ Arenal hace 36 años. Estudió hasta ESO, y «como por entonces no estaba muy centrado, con la cabeza más en las nubes que en otro sitio, dejé los estudios, y me hice socorrista, trabajo que alternaba fregando vasos en Abraxas, lo que significa que en hostelería comencé desde abajo del todo. Más tarde pasé a la coctelería Jimbo, también como friegavasos, pero como descubrieron que tenía aptitud para mucho más que eso, y también ganas de aprender, me enseñaron y … Pues que allí aprendí todo lo que sé. Y desde entonces no he parado de trabajar hasta hoy, que soy camarero del Bar La Placeta, cerca de Cort, dedicando mi tiempo libre al ejercicio físico, al buceo, y a viajar, recorriendo y conociendo mundo, generalmente como mochilero, y muchas veces solo, sin apenas comodidades, como en Filipinas, o más exactamente en una de sus ciudades, San Juan de la Unión, en la que para llegar a mi habitación tenía que atravesar un cementerio. Y viajando así, vives experiencias que fortalecen tu vida. Por eso viajo, y por eso también recomiendo a la gente que viaje. Así conoces mundo, otras culturas, otras maneras de ver la vida. Y por eso pienso, y digo, que le gente que viaja es muy feliz. Y si viajas con pocas comodidades, no importa, puesto que, como se dice, nos es más feliz quién más tiene, sino el que menos necesita. Y eso lo ves cuando te encuentras con personas que con mucho menos de lo que tú tienes, son más felices que tú, cosa que me lo demostraron los masai, pueblo keniata, quiénes viviendo entre jirafas son de los más felices del mundo. Desde luego nada que ver con la gente de aquí, siempre con el móvil, metidos en una burbuja, y no viendo más allá de dónde les alcanza la vista».

Pero para viajar así se ha de estar fuerte. Y él lo está, tanto para moverse sobre tierra, corriendo por la montaña, por ejemplo, como en el mar, sea en su superficie, nadando o surfeando, sea en sus profundidades, haciendo apnea, buceo a pulmón, o buceo con botellas, y más desde que es Diving Master, o maestro de buceo, título que se sacó en uno de sus viajes a una isla tailandesa llamada Koh Tao.

Pese a que muchos lo crean, Matías, con la planta que tiene, no va de guaperas por la vida. «Sí, muchos creen que voy de prepotente y creído, pero cuando me conocen se llevan la sorpresa viendo que soy todo lo contrario».

También creen que por el hecho de haber participado en dos realities, Pekín Expres y La Isla de la Tentaciones, y ahora en El Conquistador, le salen contratos a porrillo, «cuando tampoco es cierto, porque ya ve ves dónde estoy, currando cada día, y muy a gusto dicho se de paso. Y es que a mi nadie me ha regalado nada, todo me lo estoy ganando con mi trabajo».

-¿Qué crees que valoraron en ti para entrar en El Emperador?
-Creo que lo gané por mi sonrisa y por mi modo de ser. Y porque intuyeron que soy una persona que no me rindo ante nada, y que no para hasta conseguir lo que me propongo. Como se está viendo en el programa.

-¿Cómo lo calificarías?
-El Conquistador es el infierno, pero también un lugar capaz de sacarte lo mejor que tienes. Te comenté que viviendo veinticuatro horas al día, como vivimos los del equipo, metidos en el barro, sin comer ni beber, y sin apenas dormir, se viven momentos extremos. Sin embargo, si le pides al cuerpo que responda ante la dificultad, lo hace. Yo lo he experimentado en numerosas ocasiones a lo largo del programa en el que hay, ya lo veréis, pruebas muy duras, ya sean en tierra, ya sean en el aire, sin apenas un apoyo…

-Lo mejor y lo peor de Matías ante las pruebas de El Conquistador…
-Ya lo veréis… Pero sin ánimo de descubrir nada, mi punto débil es que no se orientarme, y lo mejor es que a la hora de hacer las pruebas, me he dado cuenta que soy capaz de conseguir unos resultados que jamás hubiera imaginado alcanzarlos. Y eso es lo que me llevo del programa: que me ha ayudado a saber quererme más.

-¿Eres colega o vas a lo tuyo?
-Por naturaleza soy colega, y más si formas parte de un equipo. Y es que siendo colega puedes llegar más lejos, en cambio, si juegas solo llegarás más rápido… Pero habrá momentos en que necesitarás al grupo.

-¿Qué tal os lleváis los de vuestro grupo?
-Salvo dos, que parece que se equivocaron de programa, bien. Y a esos dos, en el programa de mañana, les digo unas cuantas cosas…

-¿Les pones las pilas?
-Mejor que lo veáis.

-Imaginamos que el próximo reality al que puedes ir es a Supervivientes.
-Mira, si eso sucediera, que me llamaran, en un 90 por ciento lo rechazaría. Sin menospreciar a los concursantes, pienso que ese reality en si es más teatro que aventura. Desde luego, nada que ver con El Conquistador, donde sí hay aventura, y además extrema.

-En más de una ocasión has contado que no te gustó ser uno más de la partida en La isla de las tentaciones…
-Sí, porque una vez en el programa, me di cuenta de que no iba conmigo. Por eso, a la semana pedí marcharme, pero no me dejaron.

-Debe de ser frustrante estar en algo que no te gusta.
-O no, porque yo prefiero más arrepentirme de haber hecho algo, a quedarme con la duda no yendo, de qué hubiera ocurrido si hubiera ido.

-¿Por qué dices que La isla de las tentaciones no va con tu forma de ser?
-Pues porque es un programa de ligar, y mi forma de ligar nada tiene que ver a cómo se liga en La isla de las tentaciones. A mi, por ejemplo, me dijeron que tenía que ligarme a tal chica, tal noche… Y eso no va conmigo. No es mi manera de ligar, por tanto, como no voy a hacer nada que no quiera, ni decir nada que no sienta. Pues no. Por otra parte, vi que una chica, en tres ocasiones, quiso darme cita, pero no la dejaron. Por lo visto, el guión del programa la llevaba por otros caminos distintos al mío.

-La gente, cuando te reconoce por la calle, qué…
-Pues muy bien. Me voy acostumbrando a ello. Son cosas que traen el salir en la tele.

-¿Temes a los heathers?
-No, ¿para qué…? Son personas, generalmente, con la mente y el corazón cerrado, que proyectan sus fracasos sobre los demás. Por tanto, como hagas caso de lo que dicen, es que no vives. Yo de ellos viajaría mas… Porque si lo hicieran, verían las cosas de otra manera.

-Por último. ¿Casado, emparejado, soltero, …?
-Soltero y sin compromiso. Por ahora quiero vivir sin depender de nadie.

-Pero, ¿cómo sería la chica de la que te enamoraras?
-Divertida, interesante y viajera. No me basta con que sea guapa.