Imagen de archivo de rollos de paja en un campo de Mallorca.

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La venta de paja cae en picado en Mallorca por la reducción de las cabañas de ganado derivada de la sequía y de la inflación. Es una situación atípica si se compara con lo que sucede en la Península donde la paja se vende este año a precio de cereal porque la demanda supera en mucho a la oferta ya que la sequía ha disminuido notablemente la producción.

«En Mallorca cada vez hay menos animales así que hay más oferta que demanda y eso hace que este año no suban los precios como ocurre en la Península. Nosotros estamos vendiendo prácticamente al mismo precio que hace un año (entre 20 y 30 euros el rollo con el transporte incluido). En 2022, en plena campaña, el precio eran incluso algo más alto. Tenemos que bajar el precio para poder vender, pero lo que es evidente es que no podemos ir a pérdidas y el coste de producción ha subido», explica Andreu Canyelles Garcia de Son Ferriol.

Canyelles lamenta el retroceso que vive la ganadería en Mallorca. «Por aquí ya solo queda un ganadero en el Molinar que tiene vacas. Las vacas prácticamente han desaparecido y el número de ovejas también ha bajado. Lo único que se mantiene igual es la demanda de paja para los caballos».

La mayoría de ganaderos producen paja para consumo propio de manera que cada vez es más complicado encontrar productores de paja y forraje que se dediquen exclusivamente al negocio. Ante la caída de la demanda en Mallorca algunos distribuidores comienzan a llevar parte de la producción a Menorca. «Efectivamente yo no vendo directamente a Menorca pero sé que de forma indirecta algunos de mis rollos acaban allí porque los distribuidores los llevan y ahí sí que se disparan los precios del transporte», concluye Andreu Canyelles.

Isabel Orell, de Es Magatzem de Son Ferriol, empresa que se dedica a la venta de forraje, dice que «las alpacas pequeñas se venden a 7 euros y la alfalfa a 9,30 euros, es más o menos el mismo precio del año pasado». También ha notado la caída de la demanda.

Martí Solivellas, presidente de la cooperativa de Pollença, coincide con el resto en que hay más oferta de paja que demanda este 2023. «Hay cada vez menos vaquerías, ovejas y caballos de particulares, que eran gente que movía mucho. Ahora se siembra menos e incluso sobra. De hecho tenemos socios que la están enviando a Menorca que allí sí que falta». Según Solivellas el precio medio del rollo ronda los 30 euros. «Nosotros la estamos vendiendo a unos tres euros más que el año pasado pero es que el coste se ha disparado, hay que tener en cuenta el combustible, la maquinaria, la tela que la recubre y el transporte», señala.