La Mallorca ‘vaciada’: pueblos con la mitad de casas sin gente, como Costitx. | Margalida Ramis

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La enorme presión turística y demográfica que han sufrido las Islas en los últimos 30 años, con aumentos de población que superan el 50 % y con unos índices de presión humana que llegan a los dos millones de personas en agosto en un mismo día, tienen también otro punto de vista porque hay otro enfoque. Es el de la Mallorca ‘vaciada’, zonas de la Isla donde existen municipios en los que, a pesar de la superpoblación global, hay un elevadísimo porcentaje de casas sin habitar, vaciadas.
Estos municipios con un gran número de viviendas vacías se concentran en el interior de Mallorca y la muestra más elocuente es Costitx, donde más de la mitad de las casas están deshabitadas: el porcentaje de viviendas vacías en este municipio se dispara hasta el 54,67 %. En Sencelles, localidad colindante, el porcentaje no es tan elevado, pero llega al 40,84 %.

¿Por qué hay tantas?

¿A qué se debe que haya un número tan elevado de viviendas deshabitadas en una comunidad que presenta una emergencia habitacional que no existe en ninguna otra? El presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, José Miguel Artieda, explica que hay varios factores que pueden dar una respuesta a esta incógnita.

En general, Artieda sostiene que muchos propietarios optan por dejar su casa vacía y no obtener una rentabilidad económica que podrían lograr a través del alquiler porque tienen dudas sobre si realmente cobrarán o si, por le contrario, tendrán que embarcarse en largos juicios para poder cobrar en caso de que finalmente el inquilino sea un moroso o no pague el alquiler.

También añade otro factor que explica por qué razón este fenómeno se da con más intensidad en los municipios del interior de la Isla, como Costitx o Sencelles. Apunta a que muchas de estas viviendas que figuran en el censo como casas vacías deberían inscribirse, en realidad, como inhabitables.
Se trata de casas de gran tamaño que llegan a sus propietarios a través de una herencia y que necesitan una enorme inversión para hacer de ellas una vivienda en condiciones de habitabilidad. «Muchas de estas grandes casas de los pueblos de interior no son aptas para al alquiler porque están en condiciones muy deficientes», señala.

Posibles soluciones

Una de las posibles soluciones que indica Artieda para rentabilizar estas viviendas y poner pisos en el mercado sin que haya más consumo de territorio es que se autorice la división de estas casas para hacer pisos más pequeños y que salgan con más facilidad al mercado.

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Precisamente esta propuesta, dividir las casas y hacerlas más pequeñas y adaptadas a la realidad actual, es una de las que figuran en el programa con el que Marga Prohens ganó las elecciones y que muy probablemente se recoja en la nueva Ley de Vivienda que ha anunciado la consellera de Habitatge, Marta Vidal.

El decreto de emergencia habitacional que prepara la consellera incluirá facilidades para la reconversión de locales comerciales en vivienda y la reformulación de los índices de densidad para permitir el crecimiento en altura en Palma, especialmente en aquellos barrios con diferencias de alturas significativas.

Pero el programa de los ‘populares’ también incluye esa posible reconversión en más de una vivienda de esas casas y piso de tipología antigua, de grandes dimensiones, «que no responden a las necesidades actuales de la población». No está claro si esta será otra de las medidas que se incluirán en el decreto que el Consell de Govern podría aprobar el próximo mes de septiembre.

En cualquier caso, Artieda insiste en que, para que estas viviendas salgan al mercado, es imprescindible que se den incentivos a la reforma de las casas y se faciliten las licencias. «Segregar esas viviendas es una buena opción con la condición de que el resultado sean viviendas dignas porque las familias han cambiado y ya no necesitan pisos de 200 metros», opina.

Además de los pueblos del interior de Mallorca, el mayor porcentaje de viviendas vacías se da también en municipios de la Serra de más difícil acceso, mientras que el porcentaje más bajo se presenta en el corredor demográfico que une Palma con Alcúdia. En Palma, por ejemplo, los datos de Censo de Viviendas que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntan a que solo hay vacías el 5 % de las viviendas totales, es decir, algo menos de 10.000.

La mayoría de los municipios que están en ese eje que enlaza la capital con el norte de la Isla tienen un porcentaje de viviendas vacías inferior al 15 % , con la excepción de Consell, que lo supera por muy poco (15,63 %) y Binissalem (19,33 %). Los datos del INE son muy llamativos por esas 105.443 viviendas vacías que hay en Balears, el 16,15 % del total de las construidas, son casi un 48 % más que la última vez que se hizo este estudio, hace 10 años. La mala noticia es que el aumento se ha dado al mismo tiempo que los precios se disparaban.