Pancarta reivindicativa del movimiento feminista en Ciutadella.

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El empoderamiento de las mujeres en las fiestas patronales va más allá de Mallorca. Ciutadella es el único municipio de Menorca donde las mujeres no pueden representar a las figuras medievales de las fiestas. «En Sant Joan no queremos (con todos los respetos) mujeres de por medio», llegó a decir un miembro de la organización.

Todos los papeles protagonistas están representados por hombres: un Caixer Senyor, un Caixer Pagès, un Caixer Fadrí, sa Capellana y el Fabioler. Hace tiempo que las mujeres han alzado la voz, sin éxito hasta el momento. En la última edición de Sant Joan, junto antes de iniciar los Jocs des Pla, con la música de la banda de fondo, se desplegó una pancarta en el mirador al Reial Alcàsser. Decía lo siguiente: 'Ferreries 52 Ciutadel·la 0’. Sobra decir que hace ya 52 años que las mujeres son protagonistas en las fiestas de Ferreries.

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Laura Marte, artista visual e investigadora del proyecto Fets, no paraules. Urgència Feminista 2022, explica que «diferentes artistas y políticas han hecho reinvidicaciones para que las mujeres participen en las fiestas de Ciutadella». «Lo cierto es que participan de otras formas pero no encima de un caballo, existe una violencia simbólica contra la mujer y parece que si sale una mujer de Caixera la fiesta ya no tendrá sentido y será como la de los otros pueblos y dejará de ser el Sant Joan tradicional que está tatuado en el corazón. Está muy extendida la idea de que si sale una mujer corromperá la fiesta», lamenta Marte.

La artista reflexiona sobre los distintos movimientos feministas que surgen en torno a la fiesta. «Hay varios grupos que están trabajando para cambiar las cosas. Anarcopatrulla, ha hecho un par de acciones, entre ellas 'Ferreries 52 Ciutadella 0'. También hay artistas con trabajos puntuales y Urgència Feminista. La CGT de Menorca y Dones Llibertàries en junio programaron también un coloquio sobre El paper de la dona a Sant Joan. Lo que ocurre es que, más allá del movimiento social, el Ajuntament no ha querido abrir el melón de un debate público, abierto, participativo y neutro», concluye. Recuerda que a aquél coloquio «asistió un payes Caixer que dijo que no saldrá en la Colcada hasta que las mujeres no salgan».