Cabina de votación l en la jornada electoral del 23 de julio. | teresa ayuga

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El resultado de las elecciones autonómicas del 28 de mayo estuvo claro desde el primer momento y, pese al tiempo que se tomó Vox en hacer pública su abstención (que equivalía a un sí al PP en la segunda votación par su investidura) había pocas dudas de que la ‘popular’ Marga Prohens relevaría a la socialista Francina Armengol. Quedaba poco margen al reunir el PP más votos que la totalidad de partidos de la izquierda. El PSIB presidía el Govern de las Islas desde 2015. Y lo presidió también en 1999 y en 2007.

En aquellas elecciones, las de 2007, un escaño definió la mayoría. El PP, partido que presentaba a Jaume Matas como candidato a la presidencia logró 28 escaños, a los que se sumó el único escaño por Formentera, que fue para la Agrupación Independiente Popular, en coalición con el anterior. Unió Mallorquina (UM), con tres escaños, optó por apoyar al candidato de la izquierda, Francesc Antich. Fueron 30 escaños frente a 29.

Hay un episodio inédito de aquellas elecciones: que la noche del 27 al 28 de mayo fue tensa en la sede de los socialistas. En varios colegios electorales de Palma se habían asignado a las candidaturas de un partido llamado Coalición de Trabajadores por la Democracia votos que correspondían al PSIB.

«Nos dimos cuenta cuando empezaron a llegar las actas de la empresa que realizaba el recuento oficial. Eran casi 2.000 votos que podían suponer un escaño», recuerda un representante jurídico del partido socialista, abogado de profesión y que ocupa un cargo público. Prefiere que no se cite su nombre, «si no es estrictamente necesario», dice, para añadir que «ahora todo eso es pasado». El representante del PSIB en la Junta Electoral era el también abogado Fernando Pozuelo, que recuerda que «nos dimos cuenta de que se trataba de un error, nuestros interventores cantaban los resultados pero sin nombrar al que obtenía cero escaños y los dos partidos estaban juntos. El lunes un asesor jurídico del PSOE se desplazó hasta Palma.

El miércoles, que es cuando se realiza el recuento formal, los votos se dieron al PSIB. «Era un error y nadie dijo nada, tampoco el PP; creo que el representante era Berastain», recuerda otro de los protagonistas.