Un amanecer de verano en Mallorca en 2010. | Archivo UH

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Los termómetros ponen a prueba la paciencia y el aguante de los mallorquines. Cada verano parece más caluroso que el anterior. Y los datos lo corroboran: los veranos en Mallorca son año tras año más sofocantes. Solo en los últimos veinte años, la temperatura media del estío ha aumentado dos grados en la Isla, a lo que se suma un incremento de los picos de temperaturas alcanzadas y de las sucesivas olas de calor, según recoge un estudio de la Fundación Matrix.

Sin ir más lejos, hace diez años, la Aemet registró en el mes de julio de 2013 una anomalía de 0,6ºC (frente a los 1,6ºC de junio de 2023). La temperatura más alta registrada fueron 40.6ºC en Sa Pobla (diez años después, este mismo mes, en la misma localidad, se han alcanzado los 43,9ºC).

Las conclusiones del informe de la Fundación Matrix ponen de manifiesto la sensación de los ciudadanos de a pie: la Isla se calienta y lo hace a pasos agigantados en los últimos años. Según los datos recopilados, en el periodo entre 1971 y el 2000 (clima tomado de referencia de finales del siglo pasado), ningún punto de Mallorca superaba los 20ºC de media al año. Incluso las zonas más altas de la Serra de Tramuntana no alcanzaban los 12,5ºC de promedio. Sin embargo, en el periodo más reciente, considerándose referencia del clima actual, entre 1988 y 2017, parte del litoral mallorquín supera los 20ºC de media al año y el aumento de temperaturas se observa también en toda la Serra.

A la izquierda, mapa de la temperatura media anual (1971-2000); a la derecha, temperatura media anual (1988-2017). Fuente: Fundación Matrix.

Además del incremento sostenido de temperaturas, destacan los picos que se alcanzan. Según un análisis preliminar de temperaturas en Mallorca de la Universitat Politècnica de Catalunya, entre 2015 y 2018, todas las temperaturas medias máximas de julio y agosto fueron superiores a los 31,0°C, mientras que los cinco años anteriores (desde 2010 hasta 2014) cuatro meses (de julio y agosto) habían presentado temperaturas medias máximas inferiores a 30,0°C.

Récord tras récord

El pasado verano de 2022 fue el más caluroso desde que existen registros. La anomalía fue superior a los 2ºC respecto a sus medias, y se agrandó hasta los 4ºC por encima en el mes de septiembre, según reconoció la portavoz de la Agencia Estatal de meteorología (Aemet) en Baleares, María José Guerrero. Asimismo, se alcanzaron las temperaturas más altas hasta la fecha: el 13 de agosto Montuïri y Formentera llegaron a los 44,5ºC (valor al que hay que sumar el efecto de la humedad para dar cuenta de la sensación térmica que sufrieron en ambas localidades). Además, el pasado estío estuvo marcado por las olas de calor. En total, se produjeron tres. Nunca se había llegado a esta cifra. La segunda, en julio, duró doce días, mientras que la tercera, en agosto, llegó a los 15 días, la más larga desde 1989.

En lo que va de verano, este 2023, ocho municipios de Mallorca han batido sus récords por calor. En sa Pobla se han rozado los 44ºC este martes -el valor máximo eran los 43º de 1983- y varias estaciones de la Isla han superado los 40ºC por tercera vez en julio. A mediados de verano, ya se contabilizan en la Isla dos olas de calor. Aún queda la mitad del mes, agosto y hasta septiembre. Cabe recordar que el año pasado hasta finales de octubre el tiempo no permitió sacar la manga larga del armario.