Pere Fiol afirma que los bonos turíticos interislas tienen que reeditarse con más fondos económicos. Foto: EMILIO QUEIROLO.

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Pedro Fiol (Alcúdia, 1979) es el nuevo presidente de la Agrupación de Agencias de Viajes de Balears (Aviba) y sustituye en el cargo a Francesc Mulet. Lleva la empresa familiar desde hace más tres lustros y afirma que va a defender los intereses de las agencias de viajes ante todas las administraciones de forma reivindicativa. Se muestra muy reivindicativo con el descuento de residente del 75 % y las nuevas tasas que quiere aplicar AENA a partir de enero 2024. Afirma que el sector de las agencias de viajes está ya al cien por cien de operatividad tras la pandemia.

¿Qué opina de que el próximo año AENA quiere cobrar a VTCs y autocares por estar en el aeropuerto?
—Lo considero un abuso de autoridad y AENA no debe tomar esta decisión de forma unilateral. Las agencias de viajes seremos menos competitivas porque se encarecerán los traslados desde los aeropuertos a los hoteles. Será pagar un peaje que ahora no pagamos. Creemos que AENA ya cobra lo suficiente con las tasas aeroportuarias y no pude implantar un impuesto más por recoger a los turistas.

¿Hay problemas en Son Sant Joan?
—Correcto, porque todo lo se denomina la bolsa para el transporte no está a la altura de las circunstancias. En esta zona es donde esperan los transportistas y la infraestructura que hay no es la correcta.

¿Aviba ha recuperado ya el espíritu de tener agencias emisoras y receptivas en la misma hoja de ruta?
—Mi compromiso es que hay ser transversal y dual para acoger a emisores y receptivos, como así ya ha quedado reflejado en la última reunión mantenida al respecto. Ahora somos 92 empresas y un total de 160 puntos de venta. Estamos ya casi como en prepandemia, pese a la merma que hubo de oficinas durante la pandemia. Al mismo tiempo, queremos captar aquellas agencias que no conocen bien lo que supone el asociacionismo.

¿Mantienen su beligerancia con la actitud de las aerolíneas con el descuento de residente del 75 %?
—Las compañías aéreas desde hace unos años no han obligado a migrar a sus páginas web y dejar el sistema tradicional de reservas GDS (Global Distribution System). Con el sistema tradicional todas las aerolíneas estaban en el mismo tapete y no había distinción. Lo que sí puedo decir es que Aviba está expectante y vigilante con todo lo relacionado con el descuento de residente, aunque entendemos la correlación entre oferta y demanda. El problema radica en que los nuevos sistemas de reservas impuestos por las aerolíneas nos obligan a dar los datos de los clientes. A esto se suma que trabajar en el entorno web propicia que las aerolíneas sepan la evolución de la demanda y apliquen las tarifas que ellos quieran con los algoritmos. No tienen que aprovecharse del descuento de residente del 75 %.

¿Se queja de la estrategia comercial de las compañías aéreas?
—Nos molesta que las aerolíneas cobren este dinero del 75 % a modo de subvención y algunas también por temas de promoción turística y a cambio no pueden cumplir con unos mínimos para mejorar la calidad de los pasajeros. Los políticos, a veces, han tenido miedo de poner orden por temor a que se merme la conectividad. ¿Hasta que punto tenemos que estar a la merced de sus imposiciones cuando las aerolíneas son las grandes beneficiadas de la subvención?.

Los créditos ICO evitaron el cierre de muchas agencias. ¿En estos momentos cómo se encuentran?
—Tenemos un crecimiento de volumen de negocio del 8 % respecto a 2019. La cuestión radica en que la subida de los costes hará que la cuenta de resultados sea muy similar a prepandemia. Habrá mayores ingresos, pero debido a la inflación y el carburante el coste de los billetes aumenta. Hay que dar las gracias a las ayudas de los fondos Next Generation que llegaron las empresas, pero quizás el reparto no fue equitativo. El reparto medio fue 50.000 a 150.000 euros de media y fueron a fondo perdido para las empreas.

¿La gente a vuelto a las agencias?
—Sí. Hemos visto un cambio de tendencia. El modelo de negocio ha cambiado y nos hemos adaptado a las nuevas tecnologías. Los consumidores están acudiendo a las agencias por seguridad a todos los niveles, así como a la hora de contratar las vacaciones y tener todos los servicios precontratados.

¿Les valoran las administraciones?
—Las relaciones han sido buenas y esperamos que mejoren. Somos el mejor termómetro, porque conocemos al cliente y a toda la cadena de valor turístico. Velamos por el consumidor y sus derechos.

¿Hay que hacer promoción?
—Abogamos por la promoción turística porque ello incide en la destacionalización. Si quieres cambiar el modelo turístico necesitas promocionar los productos.

¿Hay saturación turística?
—Las Islas tienen la capacidad que tienen, pero a veces no dejamos llevar por el sentir y la percepción y no por los datos. La percepción es el sentir de que Balears debe ser para los habitantes y no para los turistas, cuando la realidad es que cuando salimos fuera queremos que nos traten bien como turistas. No hay que generar discursos de odio antiturísticos y apostar por la desestacionalización.

¿Abogas por la regulación de los cruceros?
—Se ha regulado su llegada sin ningún fundamento y sin tener nada que ver con la realidad. Las navieras son las primeras interesadas en la protección ambiental.

¿Y del control de los clientes?
—Es como talar todo el bosque para encontrar una nuez. Este control que obliga por Real Decreto a las agencias de viajes a facilitar los datos de los clientes nos hace ser menos competitivos. A esto, sumar que los touroperadores no tienen manera de obligar a sus clientes de que faciliten sus datos personales.